Ahora que la política nacional, tras las elecciones del pasado 20 de diciembre, se adentra hacia una inevitable legislatura en clave pactista y buscando el mayor consenso posible para alcanzar acuerdo, en el Ayuntamiento de San Sebastián acaban de demostrar que, cuando se quiere, se puede.
No se trata de un asunto de gran calado político, como es la remodelación del estadio municipal de Anoeta -el campo donde disputa sus partidos la Real Sociedad-, pero perfectamente podría haberse producido el encontronazo.
No ha sido así y las cuatro fuerzas políticas representadas en la capital donostiarra (PNV, PSE-PSOE, EH Bildu y PP) entienden que la referida es de interés para el conjunto de la ciudad, porque se mejorará notablemente la visibilidad de los espectadores, se incrementará la seguridad, y se alcanzará un aforo que permitirá albergar competiciones internacionales de acuerdo con los requisitos que impone la UEFA.
Además, se resuelven los problemas de accesibilidad y contará con las dimensiones necesarias para la práctica del rugby, y mantiene los equipamientos diferentes del deportivo, en particular la Casa de Cultura Ernest Lluch.
En el caso del miniestadio, se amplía el graderío existente y bajo el mismo se habilitan una serie de servicios deportivos, entre otros un módulo de calentamiento y un gimnasio, se modifica el anillo perimetral y se remodela el diseño de la pista actual cumpliendo las exigencias de la IAFF para ser homologado como clase II.
En base a ese interés municipal, los cuatro grupos municipales se han comprometido a apoyar el Plan Especial, completando así los trámites urbanísticos necesarios para acometer la remodelación, que será ejecutada directamente por Anoeta Kiroldegia, la sociedad concesionaria del estadio, una vez que se audite y complete, en su caso, el proyecto de ejecución, tanto del estadio como del miniestadio anexo.
Los grupos municipales se comprometen, asimismo, a no realizar aportación económica alguna desde el Ayuntamiento a Anoeta Kiroldegia para la financiación de la remodelación de Anoeta, y trabajarán desde la concesionaria para lograr un proyecto de financiación basado en las aportaciones de otras instituciones y de la Real Sociedad.
Tanto el estadio como el miniestadio, una vez remodelados seguirán siendo patrimonio municipal. Las obras de remodelación incluirán la de la Casa de Cultura Ernest Lluch, siendo por cuenta del adjudicatario la ejecución de las obras, así como la reposición de la urbanización que quede afectada por las obras.