Es verdad que ante el foro que lo ha dicho, la Asociación de Consultoras Inmobiliarias (ACI), algo así tenía que decir el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, para que los asistentes salieran con un cierto halo de esperanza hacia el futuro. Pero sea como fuera, ahí quedó el comentario del ministro. “Si todos los sectores económicos son clave [para salir de la crisis], el inmobiliario es vital”, ha dicho.
Y es que, a la vista de los datos de crecimiento de la economía española, o construimos pisos o el crecimiento productivo aportado por el resto de sectores está demostrado que no da para crear empleo de una manera que se note.
Se une así Montoro a la línea marcada hace unos días por el ministro de Economía, Luis de Guindos, cuando, salvaguardando la enorme dispersión existentes en función de unas u otras zonas, aseguraba que el mercado inmobiliario estaba ya en condiciones de volver a promover.
Uno, la verdad ya no sabe muy bien a qué atenerse. Si todo son simples globos sonda para, como ha sido el caso de Montoro, alegrar la velada a los consultores inmobiliarios, sin mucha base sólida que sustente el optimismo, o si realmente hay algo de cierto en todas estas declaraciones, que dan por hecho que ya el ajuste está más o menos finiquitado para que el horizonte se vuelva a poblar de grúas, si no de manera generalizada, sí en algunos sitios, justamente aquellos como Madrid, Barcelona o algunas zonas de litoral, donde se confía en que la demanda pueda de nuevo tirar del carro.
A los consultores inmobiliarios les ha dicho Montoro que la culpa de que la burbuja inmobiliaria se inflara como se infló la tuvieron las entidades financieras, y que los agentes inmobiliarios tuvieron un papel secundario. Como para decir otra cosa. Seguramente mañana, en un acto con los banqueros en primera fila, el ministro diría todo lo contrario. Es lo que hay.
Para seguir hinchando a más de uno, aseguraba Montoro que "la crisis se ha cebado con el sector inmobiliario", al que se le ha asociado "una imagen pública que no se corresponde en absoluta con la realidad". A renglón seguido, y como ejemplo a seguir, puso el énfasis en subrayar que España es "la primer potencia del mundo en turismo residencial", lo que, en su opinión, tiene mucho que ver con el desarrollo del sector inmobiliario.