Madrid. Ya se está poniendo en duda hasta que Alemania vaya a crecer este año. El propio Bundesbank no lo ve claro, y acaba de modificar las previsiones para este año a la vista de cómo está evolucionando el cuadro macroeconómico. Del escaso 0,3% inicial al 0,1%, y ya veremos qué pasa en los próximos meses. Meses de inestabilidad ante las elecciones federales del próximo 22 de septiembre.
Al final, tanta austeridad es lo que tiene, que produces mucho pero nadie te compra nada. Los últimos datos relativos a las órdenes de compra de productos alemanes caen en picado, un 2,3% menos en abril que en marzo. Y lo hacen tanto en el mercado interior como en el exterior. Más dentro que fuera.
La razón, que el desempleo en Alemania, con una tasa por debajo del 6% de la población activa, no tiene nada que ver con el de España, es cierto, pero son cada vez más numerosos los ‘minijobs’ que no sirven para incentivar la demanda. Y ni siquiera parecen estar sirviendo esos complementos que aporta el Estado para aquellos que ganan menos de 8,5 euros a la hora. Y son muchos, cada vez más, a los que no les llega. Los casi 1,3 millones de trabajadores a jornada completa que ganan menos de 850 euros netos mensuales.
Alemania acumula ya cuatro meses consecutivos en los que su mercado laboral destruye empleo, después de que en febrero se perdieran 2.000 puestos de trabajo; en marzo, 12.000 empleos, y en abril, otros 6.000.
En la evolución de la prima de riesgo, también los mercados empiezan a ver que las cosas no van. Cuando hace un año, la prima de riesgo española se disparaba y hacía soltar todas las alarmas, lo hacía porque las ventas de deuda en España tenían un contrapeso en la compra de la deuda germana. De ahí que diferencial del bono a diez años entre un país y otros se fuera hasta el entorno del 7%.
Ahora, especialmente ayer tras la indefinición de que hizo gala el presidente del Banco Central Europeo (BCE) sobre el futuro de la zona euro, la tensión ha regresado –quizá nunca se fue– al mercado de deuda.
Pero, con una diferencia. Ahora las ventas de la deuda española, que ha vuelto a superar los 300 puntos básicos, lo hace un tanto atenuada porque el interés del bono alemán a diez años vista también se eleva, hasta el umbral del 1,5%.