Madrid. La francesa Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), ya no será la única mujer que figure en esas grandes reuniones financieras internacionales en las que se decide el futuro de los países. Otra mujer, la española Belén Romana, va a empezar a tomar protagonismo en las próximas semanas una vez que, tras contar con el beneplácito de la canciller alemana Angela Merkel, sea nombrada directora gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), la organización encargada de gestionar el futuro fondo de rescate de 500.000 millones de euros destinado a cubrir los déficits de capital de los países.
Licenciada en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Autónoma de Madrid y Técnico Comercial y Economista del Estado. Ha sido consejera de Banesto. Fue Directora de Estrategia y Desarrollo Corporativo de ONO, S.A, Directora General de Política Económica y Directora General del Tesoro, así como miembro del Consejo de Gobierno del Banco de España y de la CNMV.
El MEDE, que entrará en vigor en julio de 2012 con unos fondos de 500.000 millones de euros, reemplazará al fondo temporal de 440.000 millones de euros, Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), que los líderes europeos decidieron apuntalar mediante un programa de garantías parciales y fondos de co-inversión desplegados rápidamente. El BCE actuará como un agente para el FEEF y el MEDE en las operaciones de mercado.
El capital autorizado esta compuesto par acciones desembolsadas y por acciones exigibles. Se fija en 700.000 millones de euros (el valor total inicial de las acciones desembolsadas asciende a 80 mil millones de euros), lo que permitirá al MEDE movilizar fondos con la garantía de su capital y no la de los Estados.
De acuerdo con el acuerdo fijado por la Comisión, España deberá aportar 83.326 millones, Francia, 142.700, y Alemania 190.000 millones. El volumen máximo inicial de préstamo del MEDE se limita a 500.000 millones de euros, pero el consejo de gobernadores revisará periódicamente y al menos cada cinco años este volumen.
El MEDE es una organización internacional permanente establecida con arreglo a un tratado firmado por los países de la zona euro; tendrá un capital desembolsado considerable, lo cual implicará una capacidad para asumir sus propios riesgos. Su tratamiento será similar al de otros organismos internacionales como el FMI.
Los prestamos del MEDE a un país de la zona euro necesitado se registrarán de la misma forma que un préstamo del FMI a un estado miembro (préstamo directo de una organización internacional), por lo tanto los préstamos del MEDE no se canalizarán a través de las cuentas de otros países de la zona euro y por consiguiente no “incrementarán deuda pública”. Este punto es de suma importancia a la hora de cuadrar las cuentas de la contabilidad nacional.
En los préstamos del FMI se aplican tres principios básicos para proteger la posición financiera del fondo y garantizar a devolución de lo prestado y que son:
*La deuda de un país debe de ser sostenible.
*El programa de ajusta en necesario tiene que estar totalmente financiado.
*El FMI es acreedor preferente DE FACTO, prioridad de reembolso.
Los países de la zona euro contribuirán al capital del MEDE en función de su participación en la clave de capital del BCE que otorga la misma ponderación a las participaciones de países en la población total y en el PIB total respectiva. Sin embargo, los países de la zona euro que tengan un PIB per cápita relativamente bajo verán reducida su contribución durante un periodo máximo de doce años.