Las grandes disfunciones territoriales que han provocado el crecimiento del suelo sellado en más de tres veces al crecimiento de la población están detrás de la decisión tomada por el Consell de la Generalitat Valenciana de iniciar el procedimiento de elaboración del Plan de Acción Territorial (PAT) del Área Funcional de Castellón, un instrumento de ordenación territorial integral de escala supramunicipal, como prescribe la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTUP).
Para resolver estos problemas y proyectar el Área Funcional de Castelló hacia el futuro como un territorio sostenible y capaz de dotar a sus ciudadanos de una elevada calidad de vida, la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio ha iniciado la elaboración y tramitación del PAT del Área Funcional de Castelló, que vendrá acompañado de la documentación pertinente para satisfacer el procedimiento de la evaluación ambiental y territorial estratégica.
El PAT comprende 70 municipios y está definido por dos espacios, el Área Urbana Integrada, que incluye las localidades de las comarcas de la Plana Alta y la Plana Baixa más próximos a Castelló de la Plana, y el segundo, que incluye municipios de las comarcas del Alto Mijares, l’Alcalatén y l’Alt Maestrat, así como algunos municipios de las comarcas de la Plana.
En total abarca una población aproximada de 470.000 habitantes y 3.269 kilómetros cuadrados, lo cual supone más del 9 % de la población total de la Comunidad.
Las principales propuestas pasan por la definición y caracterización de la Infraestructura Verde del territorio con los objetivos de conservar y poner en valor los suelos con mayores valores ambientales, territoriales, paisajísticos, productivos y culturales, así como el conjunto de conexiones territoriales y biológicas que permiten la conservación de los procesos ecológicos.
Una infraestructura que debe diseñarse y gestionarse para luchar contra el cambio climático, producir alimentos de proximidad, mejorar de la calidad de los acuíferos o absorber los contaminantes atmosféricos. Además, debe proporcionar calidad al territorio, orientando los posibles crecimientos hacia las zonas menos vulnerables y de menores valores ambientales, dejando cinturones verdes en torno de los núcleos urbanos y proporcionando alternativas viables a las extensiones de los núcleos.
En segundo lugar están las propuestas en materia de sistema de ciudades. Aquí, el plan trabaja en una doble dirección, identificando sectores de suelo planificados pero con una marcada insostenibilidad, y la definición y regulación de ámbitos estratégicos de carácter supramunicipal.
En el primer caso se definirán los sectores de baja densidad de escasa viabilidad, aquellos que superan manifiestamente los índices máximos de la Estrategia Territorial o afectan a la Infraestructura Verde. En estos casos, se analizará la situación jurídica de cada sector y se actuará en consecuencia.
En el caso de los ámbitos estratégicos, se identificarán los espacios que pueden jugar un papel relevante en el desarrollo sostenible de este espacio urbano, y refuerzan las potencialidades del territorio.
Todas ellas podrán desarrollarse con una serie de ventajas en cuanto a la celeridad de su tramitación, y serán no computables a efectos de índices máximos de crecimiento, sin perjuicio de acogerse a otras ventajas de naturaleza económica.
El tercer tipo de propuestas se desarrollará sobre las infraestructuras de movilidad, donde se adoptarán las infraestructuras de vertebración externas e internas necesarias para que el Área Funcional Castelló se conecte con los grandes nodos globales, y se eliminen los problemas de congestión de la red urbana e interurbana reforzando el modelo productivo y la accesibilidad universal.