La Junta de Andalucía está tratando poco a poco de quitarse de encima los excesivos corsés que, en materia de urbanismo y sostenibilidad, había impuesto Elena Cortés, la ex consejera de Izquierda Unida, cuyas políticas estuvieron en el trasfondo de que el pacto con el PSOE saltara por los aires en la anterior legislatura.
Ahora, el asunto está cambiando, de manera que, sin menoscabar el desarrollo sostenible, se están poniendo las bases para buscar una mayor diligencia en la tramitación de los procedimientos urbanísticos, para que se vislumbre que su celeridad en la puesta en marcha favorecerá el progreso y el bienestar de los territorios.
Es el asunto básico que ha planeado en la reunión del Consejo Andaluz de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CAOTU), en cuyo marco el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, ha informado de estos cambios que, en primer lugar, afectarán a este órgano consultivo, con la modificación de su reglamento de cara a incrementar la participación de todos sus miembros, dotarlo de una mayor seguridad jurídica y avanzar en la agilización de la tramitación de los distintos instrumentos de planeamiento.
Otras medidas que se implementarán a corto y medio plazo como la aprobación de una instrucción sobre el procedimiento de tramitación de los instrumentos de planeamiento de carácter general durante la fase de aprobación definitiva o la armonización de las legislaciones sectoriales y urbanísticas, tanto para la planificación como para la implantación de infraestructuras energéticas de transporte o distribución.
Según el consejero, se pretende establecer criterios unificados en la interpretación de las normas, reducir los tiempos y los trámites para dar respuestas a una ciudadanía que quiere administraciones ágiles, eficientes y de excelencia.
En el seno del Consejo también se han abordado otras cuestiones como la valoración de la revisión del Plan General de Ordenación Urbanística de Almería, o el Plan de Ordenación Intermunicipal Huévar-Banacazón en desarrollo del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración urbana de Sevilla.
En el caso de la revisión de Almería hay una firme apuesta por llenar el municipio de suelos productivos, junto a un moderado crecimiento residencial, con unas 5.000 viviendas adicionales a las casi 20.000 viviendas que todavía restan por desarrollar.