La agenda internacional en poder de Josep Piqué es un preciado activo que no pocos se disputan. Fueron años de trabajo intenso los que tuvo como ministro de Industria y de Asuntos Exteriores bajo la presidencia del Gobierno de José María Aznar, y sus contactos fueron muy numerosos.
En ellos se fijó, en junio del año pasado, el grupo gallego San José, y ahora también lo ha hecho Juan Miguel Villar Mir. La incompatibilidad sectorial manifiesta le ha obligado a decidir en cuál de los dos consejos sentarse a partir de ahora, y el catalán lo ha hecho. Aunque el contratiempo de la hemorragia cerebral leve ha provocado un cierto retraso en su llegada como consejero delegado a OHL, la decisión ya no tiene marcha atrás tras presentar su renuncia al sillón en el consejo de San José presidido por Jacinto Rey.
El de Piqué por San José han sido un paso fugaz, pero intenso. Quince meses en los que ha cumplido con creces las expectativas generadas, que pasaban por lograr el mayor número posible de contratos en el mercado exterior.
La única vía, la de la expansión internacional, por la que el grupo gallego trata de equilibrar unas cuentas, fuertemente afectadas por la caída del negocio en España, que le han impedido afrontar en su totalidad el pago de 77 millones de euros correspondiente al primer vencimiento de un crédito sindicado de 1.340 millones liderado por el Banco Popular ya refinanciado en 2009. Uno de esos créditos sobre los que las entidades financieras españolas acaban de ser interrogados por los técnicos del Fondo Monetario Internacional acerca de su posible reclasificación y, por tanto, de la aportación de provisiones adicionales.
A nadie se le escapa que el aluvión de contratos y concesiones conseguidos por San José durante la estancia de Piqué en su consejo han pesado y mucho en las entidades financieras a la hora de acceder a la novación del sindicado y dar unos meses más de margen para que pueda afrontar el pago de los 133 millones de deuda que vencen en abril de 2014.
Basta echar un vistazo a los datos para comprobar cómo San José venía viendo reducida su cartera de pedidos hasta bajar, en junio de 2012, de los 2.000 millones, con apenas 900 en el extranjero, y cómo un año después el monto de los contratos y las concesiones logradas ha superado la barrera de los 3.000 millones.
Con un cambio importante en el ámbito geográfico, relativo a que la rebaja en 100 millones de la actividad futura en España se supera con creces con los más de 1.200 millones de ingresos futuros que llegarán de fuera. Sobre todo esos 900 millones de euros que le reportará al Grupo presidido por Jacinto Rey la concesión pública otorgada por el Estado chileno para la construcción y explotación de la Autopista Rutas del Loa por un plazo de 35 años, o los 170 millones que llegarán de su participación en el faraónico proyecto del Museo Louvre Abu Dhabi.