Tras las dos ediciones de la Copa América, Valencia se ha encontrado con una especie de ‘barrio fantasma’, el que forma el conjunto de edificios que dieron cobijo a la prueba náutica. Ahora, se trata de dar un uso a todos esos inmuebles y de abrir el recinto al resto de la ciudad para convertirlo en un barrio más.
De momento, se ha iniciado la retirada de la valla que separa la zona de los edificios de Aduana y Sanidad Exterior del vial anexo a las bases norte, un paso más para eliminar el vallado en su totalidad y convertir la Marina Real Juan Carlos I en un espacio para el ocio y esparcimiento ciudadano, al tiempo que se potencian zonas empresariales que generen trabajo y riqueza.
Tras la retirada del vallado, viene ahora el proceso, mucho más complicado, como es llenar de inquilinos todos los edificios y empezar a hacer rentables los inmuebles, abandonados desde hace tres años. El Consorcio Valencia 2007 ultima la redacción de los pliegos para licitar la concesiones, en su mayoría por un periodo de 35 años..
El plan de usos elaborado ha identificado los usos compatibles o no para cada inmueble. Por ejemplo el edificio Veles e Vents, el más emblemático por el diseño de David Chipperfield y Fermín Vázquez podrá albergar, en sus 4.000 metros cuadrados y con 815 plazas de aparcamiento, todo tipo de eventos, ocio y restauración.
Un emblemático local de restauración es el uso previsto para el edificio Varadero, dando así mayor empaque a la rehabilitación que en su día se hizo de este espacio modernista de principios del S. XX. Se encuentra entre dos torreones y tiene tres plantas que cuenta con un muelle, terraza y acceso directo a la dársena.
Quitando alguna excepción, las bases de la America's Cup han estado prácticamente desiertas desde que acabara la competición de vela. De hecho, desde el Consorcio Valencia 2007 han tomado la decisión de que se proceda al derrumbe de algunas, y las utilizar las que se mantengan como una especie de cluster tecnológico, de innovación y formación.
También está disponible la Antigua Estación Marítima, un gran edificio de fachada acristalada con vistas a la Dársena Interior y dispone de salas de trabajo y de reuniones de diferentes dimensiones, conexión multimedia y zonas acondicionadas para la restauración. El uso sería para oficinas y la superficie de suelo de 2.172 metros cuadrados y una zona de aparcamiento de 6.072 metros cuadrados.
En cuanto a la zona náutica deportiva, un espacio de 46.000 metros cuadrados, se ha previsto ubicar en ella las instalaciones necesarias para albergar la subsede olímpica de vela de Madrid 2020, caso de que la capital fuera elegida como tal el próximo 7 de septiembre en Buenos Aires.