Madrid. La crisis actual ha hecho que las reglas del juego hayan cambiado, ahora Bancos y Cajas cuentan entre sus activos con una gran cantidad de suelo que deben sanear de sus balances; si a ello sumamos que muchos de los activos de dichos bancos no son interesantes, pues el suelo bueno ya ha sido absorbido por el mercado, se encuentran ante una situación de difícil gestión.
Otro dato a tener en cuenta a la hora de desarrollar la actividad inmobiliaria hoy en día, es que los bancos no van a financiar ningún nuevo proyecto inmobiliario que suponga empeorar aún más sus balances. Si a esta ecuación le añadimos la escasez de liquidez y de financiación, las entidades financieras se encuentran ante el problema de encontrar una promotora o constructora que les acompañe en el viaje, que en el caso del suelo puede llegar a ser un viaje muy largo.
Bancos y Project Managers constituyen en este escenario el tándem perfecto. Los primeros aportan suelo u otro tipo de activos inmobiliarios como pueden ser obras sin acabar, o bien terminadas pero con una salida al mercado muy complicada comercialmente hablando; mientras que los segundos aportan conocimiento para desarrollar soluciones creativas que den valor añadido a esos activos tan variopintos.
La solución adoptada por algunos de los grandes bancos es la creación de filiales inmobiliarias que den salida a esos activos, el resto tendrán que externalizar servicios contratando profesionales cuyo perfil responde a la perfección con el del Project Manager. Estos nuevos protagonistas del mercado inmobiliario actual se responsabilizan de buscar, analizar y gestionar suelo para la materialización de nuevos proyectos de inversión, teniendo en cuenta rentabilidad y costes para su posterior comercialización. Otros, por el contrario, tendrán que realizar estudios económicos de las promociones inmobiliarias, gestionando y coordinando equipos multidisciplinares para la viabilidad económica del proyecto.
A diferencia de los modelos inmobiliarios tradicionales que se han dado en los años de bonanza, estos nuevos “promotores” necesitaran análisis de inversiones, due diligence, control presupuestario, etc., etc., servicios que ya se dan en el mundo financiero y que son el lenguaje que ellos mejor conocen.
Probablemente las cajas tardarán más en incorporarse a esta nueva realidad, al encontrarse inmersos en procesos de fusiones y reorganizaciones pero, tarde o temprano tendrán que sumarse a la tendencia de reducción de su inmovilizado aumentando así su liquidez.
Désirée Sandoica París
Miembro de la Junta Directiva de AECMA