Madrid. Con la actividad en España de capa caída y sin visos de que la recuperación real se vaya a producir a corto y medio plazo, la búsqueda de negocio en el exterior se torna inevitable. El Grupo Sacyr, presidido por Luis del Rivero, es un ejemplo de esta estrategia. Lleva meses aglutinando contratos concesionales de todo tipo, sobre todo en infraestructuras, y quiere seguir haciéndolo. En ese sentido, en el ‘road show’ que está realizando esta semana en Estados Unidos y Europa está dejando caer su intención de invertir 2.000 millones de euros en nuevas concesiones hasta 2014.
Parte de esas inversiones se encuentran ya comprometidas. En 2010, el grupo presidido por Luis del Rivero se ha adjudicado dos nuevas autopistas de peaje en Chile, que requerirán inversiones por 410 millones de euros. En Portugal, la constructora también ganó una concesión hospitalaria cuyo coste de construcción asciende a 101 millones. A estas infraestructuras, hay que sumar las inversiones en curso en Italia (autopista Pedemontana-Veneto, de 2.000 millones de euros) y culminar el peaje Alto de las Pedrizas-Málaga, que podría inaugurarse en otoño.
La agenda del grupo en los próximos años está llena de referencias internacionales. Sacyr figura entre los grandes grupos españoles más expuestos al mercado nacional y la compañía quiere cambiar ese signo. Su proyecto más emblemático es la ejecución del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá. La compañía proyecta replicar ese movimiento en otros países del entorno como Colombia y México. Además, sigue atenta a los proyectos de alta velocidad que abordan varios estados de EEUU.
Hacia el este, los responsables del grupo exploran nuevas oportunidades en India y analizan el terreno australiano, donde ya son socios de una de las grandes desaladoras en construcción del país.
Para llegar a este punto, Sacyr ha tenido que apretarse el cinturón. Además de la venta parcial de Itínere en 2009, la compañía cerró el año pasado la refinanciación de la deuda asociada a Vallehermoso y llevó a cabo un plan de captación de socios financieros para la división de concesiones. Firmó en 2010 un acuerdo con el fondo Eiser, que compró el 49% de cuatro activos en España. La empresa está abierta a nuevas alianzas de estas características en proyectos dentro y fuera de España.
Sacyr, que hasta septiembre de 2010 facturó 3.625 millones de euros, un 19% menos, cerrará en marzo la segunda ampliación de capital en menos de seis meses por 96 millones de euros. La entrada de dinero, además de garantizar el plan de inversiones, será una de las cartas de presentación que la compañía maneje para renegociar las condiciones del préstamo asociado al 20% de Repsol, algo menos de 5.000 millones de euros. El crédito vence a finales de este año y, por contrato, la compañía tiene la opción de ampliarlo un año más.
Según las fuentes consultadas, el saneamiento de la constructora y la revalorización de la petrolera son elementos que la banca tendrá en cuenta para facilitar un acuerdo a largo plazo. Sacyr cerró ayer en bolsa a 8,4 euros por acción, un 4,4% más.
