Estrasburgo. El Comité Director de Cultura del Consejo de Europa ha otorgado la denominación de Itinerario Cultural del Consejo de Europa a los Caminos de Arte Rupestre Prehistórico. La decisión fue tomada en la sesión del Comité Director de Cultura que tuvo lugar entre los días 6 y 7 de mayo en Estrasburgo, después de haber sido presentada la candidatura por la Asociación Internacional “Caminos de Arte Rupestre Histórico” (CARP) en el Forum sobre Itinerarios Culturales celebrado por el Consejo de Europa en Delfos (Grecia), y evaluada posteriormente por parte del Comité de Orientación en Estrasburgo (Francia).
La distinción, la misma que ostenta el Camino de Santiago, ratifica el valor singular de estas manifestaciones artísticas, así como de los entornos naturales en los que se encuentran, dando lugar a un producto de excepcional calidad, con garantías de rentabilidad desde el punto de vista turístico y, por consiguiente, favoreciendo el desarrollo de los territorios que los contienen.
El trabajo comenzó hace más de seis años, cuando en 2004 se constituyó la Red Europea Primeros Pobladores y Arte Rupestre Prehistórico (REPPARP) con el objetivo de aunar esfuerzos en la consolidación de un modelo de conservación y difusión de este patrimonio arqueológico. De ahí surgió la idea de constituir un Itinerario Cultural Europeo.
El proyecto fue materializado por la Asociación Internacional Caminos de Arte Rupestre Prehistórico (CARP), formada por más de treinta instituciones públicas y entidades de España, Francia, Portugal, Italia, Irlanda, Suecia y Noruega. Por parte española forman parte de la misma el Ministerio de Cultura; los gobiernos autonómicos de aquellas comunidades donde se conserva arte rupestre prehistórico (Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Extremadura, Galicia, Murcia, País Vasco y Comunidad Valenciana), así como otras instituciones y entidades.
Los destinos seleccionados para formar parte del Itinerario son aquellos que cumplen con una serie de requisitos tales como el estado de conservación garantizado, accesibilidad, facilidad de comprensión y gestión estable (oferta de actividades, visitas guiadas, centros de visitantes relacionados y otros servicios en el entorno). Estos criterios ya se establecieron en un Manual de Buenas Prácticas para la gestión y conservación del Arte Rupestre Prehistórico, elaborado por un comité de expertos en el marco de proyecto REPPARP.
Arte con 35.000 años de historia
El arte rupestre es la primera gran manifestación cultural y simbólica que conservamos de la humanidad. Aparece en Europa hace 35.000 años y se desarrolla a lo largo del Paleolítico Superior, el Neolítico, las Edades del Cobre y el Bronce y hasta la Primera Edad del Hierro a lo largo de 30 milenios.
En general, los enclaves con arte rupestre, especialmente los más renombrados, han sido destino turístico, lo que ha dado lugar a la generación de museos y centros afines asociados a la gestión del arte rupestre, a su conservación y divulgación.
Nombres como Altamira, Niaux, Tito Bustillo, Siega Verde, Foz Côa, Tanum, Alta, Valcamónica, Brú na Boine, La Pileta, La Valltorta se unieron en CARP conformando un inigualable listado de cuevas, abrigos y losas al aire libre que contienen las manifestaciones gráficas del primer pensamiento simbólico y artístico de nuestra especie. Todos ellos son destinos turísticos de enorme importancia y reciben en su conjunto, más de un millón de visitantes cada año.
La mayor parte de las expresiones rupestres del mundo se concentran geográficamente en el Sudoeste de Europa (Francia y Península Ibérica) y en determinados puntos, como Irlanda, Escandinavia o el norte de Italia.