El Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid ha dictado sentencia en la que condena sin paliativos la mala actuación de BBVA frente a los consumidores por publicidad engañosa.
En los últimos tiempos los bancos y las extintas cajas de ahorros han creado sociedades inmobiliarias relevantes a través de las que se han hecho con una importante cartera inmobiliaria. En muchas ocasiones esta cartera proviene de ejecuciones hipotecarias que han ocasionado muchos desahucios ilegales.
Tratar de vender a los consumidores esta cartera inmobiliaria con publicidad engañosa no puede menos que ser condenado por los juzgados, y así lo ha visto el juzgado madrileño que ha dado la razón a los servicios jurídicos de Ausbanc en su demanda contra BBVA.
Por otro lado Ausbanc quiere también poner el punto de mira en Autocontrol de la Publicidad, entidad que una vez más ha demostrado su ineficacia. Como se ha denunciado en infinidad de ocasiones, la autorregulación publicitaria es un gran fracaso. Recientemente, como publica el periódico Mercado de Dinero en su edición de septiembre, un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos avala esta tesis.
Han pasado casi 20 años desde la creación de Autocontrol de la Publicidad, cuyo objetivo es “gestionar el sistema español de autorregulación publicitaria”, tal y como dicen los dirigentes de esta asociación sin ánimo de lucro, compuesta por los principales anunciantes, las agencias de publicidad, los medios de comunicación y las asociaciones profesionales relacionadas con la actividad publicitaria en España.
Sin duda esta histórica sentencia marcará un antes y un después en la historia del consumo en España, y obligará de una vez por todas a las entidades financieras a replantearse la información que publiquen en sus sucursales sobre la venta de sus carteras inmobiliarias, haciendo que sea una información real y veraz.
BBVA es una entidad que cuenta ya con graves antecedentes y duras condenas en los juzgados españoles, comenzando por la sentencia del Tribunal Supremo de 9 de mayo de 2013 que la condena por la aplicación de la cláusula suelo.
Recordemos que gracias a esta sentencia los clientes de BBVA dejaron de pagar en el año 2013 unos 700 millones de euros a la entidad, y en 2014 se estima que por este hecho dejará de ingresar en torno a los 1.000 millones. Sin duda son unas enormes cifras que repercutirán positivamente en la economía del país, ya que este dinero se dedicará al consumo de las más de 425.000 familias afectadas por esta cláusula en sus hipotecas.