Madrid. Las entidades financieras siguen ofreciendo al mercado sus miserias inmobiliarias. Ayer fue el Banco Santander la que cuantificó en 4.636 millones de euros el importe de los créditos relacionados con la construcción y promoción inmobiliaria considerados morosos o de dudoso cobro. Cantidad que representa el 17% de los 27.334 millones computados por la entidad presidida por Emilio Botín para esta actividad.
Además, otros 4.932 millones están clasificados como subestándar. Están al corriente de pago, pero sobre cuya amortización total existen serias dudas y el Banco de España obliga a calificarlos de esta manera. Las provisiones específicas realizadas cubren el 29% de los riesgos clasificados como morosos y si se suman las genéricas y también los créditos subestándar, la cobertura sería del 28%.
La cartera crediticia del grupo en España asciende a 235.993 millones de euros, algo menos de un tercio del total de la cartera total, de los que 27.334 millones han tenido como finalidad la financiación de actividades inmobiliarias. De este modo, un 12% de la cartera de créditos en España está vinculado con la actividad inmobiliaria y equivale a un 3,7% de la cartera crediticia del grupo.
Además, la cuota de mercado del Banco Santander en financiación al sector nmobiliario y construcción es de alrededor del 10%, por debajo de la cuota de mercado que el grupo tiene como media en los diferentes negocios. En 2010, el saldo entre entrada y venta de inmuebles procedentes de adjudicaciones fue de 1.000 millones más en entradas, frente a 1.700 millones de un año antes.
“El deterioro de este sector ha llevado a que el grupo se haya adjudicado o adquirido inmuebles procedentes de financiaciones por importe bruto de 7.509 millones de euros», explica la entidad que preside Emilio Botín. Junto a ello, el banco tiene constituidas provisiones por importe de 2.313 millones que cubren el 31% del valor de dichos inmuebles, de manera que su valor neto actual es de 5.200 millones.