Madrid. El diario neoyorkino ‘The Wall Street Journal’ recoge en uno de sus artículos que el Gobierno español está preparando una emisión de deuda por importe de 3.000 millones de euros, aunque podría ser necesario captar hasta 30.000 millones, para inyectarlos en las cajas de ahorros, que acumulan el 42% de los activos bancarios en España y, de paso, simplificar sus complejas estructuras para asemejarlas a las de los bancos.
«El destino de las cajas está inseparablemente ligado al destino de España y, posiblemente, al del mismo euro”, afirma el diario, que recuerda que el temor a que estas entidades no pudieran financiarse en los mercados llevó el mes pasado a la agencia Moody’s a poner el ‘rating’ de España en revisión para una posible rebaja.
Estas entidades financieras, cuyos activos bordean los 1,3 billones de euros, el 42% del total del sistema bancario, fueron las grandes perdedoras tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, y sus carteras incobrables y pérdidas potenciales podrían ser cuantiosas. Así, el rotativo recuerda que el año pasado el Gobierno español forzó una oleada de fusiones que redujo el número de cajas de 45 a 17, pero apunta que sus estructuras confusas “han ahuyentado a los inversores”.
“El objetivo de la actual reestructuración es obligar a la cajas a colocar todos sus activos en un holding central y racionalizar su administración, haciéndolas más parecidas a los bancos tradicionales y más atractivas para los inversores privados”, señala el periódico, que indica que los cambios estructurales necesarios podrían implementarse mediante una ley o como una condición previa para acceder a los fondos fiscales.
“Las nuevas medidas constituyen, asimismo, un reconocimiento de que el reordenamiento impulsado el año pasado no funcionó. Los matrimonios forzados han demostrado ser difíciles de ejecutar en la práctica”, añade el diario. A finales de noviembre, el Banco de España ya exhortó públicamente a las cajas a acelerar la combinación de sus negocios y la reducción de sus costes e incluso la semana pasada, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó la recapitalización del sistema financiero como un “objetivo urgente”.