Madrid. La Comunidad de Madrid genera más de 97,7 millones de kilovatios/hora de energía al año mediante el aprovechamiento energético de los residuos orgánicos llevado a cabo en las plantas de tratamiento de desechos y en los vertederos, así como con la instalación de paneles solares fotovoltaicos en las azoteas de estos centros. Con esta energía se podría abastecer a toda la provincia de Soria, o a los municipios de Coslada o Alcobendas.
Así lo ha puesto de manifiesto el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, durante la visita a la Planta de Biometanización y Compostaje de Pinto, el mayor complejo de tratamiento de basura gestionado por la Comunidad de Madrid.
Esta energía permite abastecer el consumo eléctrico anual de casi 28.000 hogares y supone una reducción de 48.389 toneladas de emisiones de CO2 a la atmósfera, una cantidad equivalente a los gases de efecto invernadero emitidos al año por 3.500 vehículos.
“La correcta gestión de los residuos es fundamental para nuestra calidad ambiental. Por eso en el Ejecutivo autonómico trabajamos para que toda la basura sea tratada antes de ir a vertedero de forma que se recicle, reutilice o valorice la mayor parte de los desechos urbanos”, señaló Sarasola.
El Ejecutivo autonómico cuenta con una avanzada tecnología para el aprovechamiento energético de los residuos. Así, recupera el biogás producido por la descomposición de los residuos en los vertederos para producir energía eléctrica; construye instalaciones que aceleran los procesos de biometanización y la producción de biogás para producir energía eléctrica; instala paneles solares fotovoltaicos en las azoteas de las plantas; y aprovecha el calor de los motores que queman el biogás para poner en movimiento una turbina de vapor y producir así más energía.
Durante su visita a Biopinto, Sarasola pudo comprobar el proceso de producción de energía a partir del biogás generado tras un proceso riguroso de separación de la materia orgánica del resto de residuos. Así, los desechos se someten a una “degradación anaeróbica”, como la que ocurre en el vertedero, pero en unas condiciones controladas de tal forma que el proceso natural se lleva a cabo de una forma acelerada.
Esta instalación, centro de referencia nacional e internacional en este campo, también cuenta con un sistema de aprovechamiento de los calores residuales de los motores de la planta, de forma que se recuperan los calores contenidos en los gases de escape de los once motores de combustión para producir energía eléctrica a partir de una turbina de vapor, acoplada a un alternador. Con esta nueva instalación, conocida como “ciclo de cola”, se minimiza además que estos gases se disipen a la atmósfera.
