León. Año y medio después de su cierre, el parador de Villafranca del Bierzo, en León, ha reabierto hoy sus puertas tras la reforma acometida en la que se han invertido casi siete millones de euros. Y lo hace con 12 nuevas habitaciones para un total de 51. Se trata de un parador ‘verde’ y con mejora de los accesos para personas con alguna minusvalía.
Además de eliminar las barreras arquitectónicas y adaptar las habitaciones, se han elegido maderas o tuberías de polietileno en lugar de PVC, que permiten mantener mejor el frío en verano y el calor en invierno para ahorrar así una considerable cantidad de energía.Entre las nuevas instalaciones destaca la instalación de placas solares y de una caldera de biomasa que sirve para la producción de agua caliente sanitaria.
En su visita a las nuevas instalaciones, el presidente de Paradores de Turismo, Miguel Martínez, ha podido comprobar la transformación total del establecimiento, de sus accesos y de sus zonas exteriores, sin menoscabar las características esenciales del edificio y su aire de parador histórico, gracias al proyecto realizado por los hermanos José Ignacio y Eduardo Paradinas, autores del proyecto.
Junto al aumento del número de habitaciones, se ha ampliado la capacidad para eventos y celebraciones con un nuevo salón multifuncional panelable de 280 metros cuadrados, con capacidad para 250 personas. Otra de las novedades destacables es la construcción de dos piscinas. Una exterior para el verano y otra interior climatizada que permitirá su disfrute durante todo el año. El aparcamiento también ha sido ampliado hasta alcanzar una capacidad de 42 plazas de estacionamiento.
Desde el punto de vista decorativo, la novedad más destacada es el mural ‘La Feria de San Antonio’, una espectacular obra de 9×2 metros creada por los artistas Juan Carlos Mestre y Robés en homenaje al poeta berciano que da nombre al parador, Antonio Pereira. Otra obra destacada es el retrato al óleo de Antonio Pereira de medio cuerpo que se ha colocado en la entrada del parador. Se trata de una obra del artista berciano José Sánchez Carralero.