El debate está servido al mismo ritmo que los intereses de unos chocan con los de otros. Para unos, una excesiva regulación del alquiler vacacional encaminada a controlar este cada vez más seguido método para alojarse no supondría más que poner ‘puertas al campo’. Otros, en cambio, no desean otra cosa que sobre esta fórmula se ejerzan todas las presiones habidas y por haber para que no siga aumentando
El que quiera alquilar su casa, total o parcialmente, lo va a hacer. De una u otra forma. Siempre ha sido así, y siempre será. Aunque es cierto que, en los últimos años, con el acecho de la crisis económica sobre muchas familias, esta práctica se ha extendido por todo el mundo de una manera exponencial. Y, claro, los empresarios del sector hotelero están poniendo el grito en el cielo ante esta competencia inesperada que les ha salido, y que, lejos de estancarse, va en aumento día a día.
Para echar un poco más de leña al fuego, HouseTrip, uno de los mayores proveedores de alquileres vacacionales a nivel mundial, predice un aumento de la demanda junto con ofertas más restringidas en algunos destinos.
En su informe de previsiones sobre España, el proveedor no duda en señalar, en clara alusión, que mientras muchos gobiernos se familiarizan con la economía compartida, otros quieren impedir la práctica del alquiler de viviendas vacacionales en destinos claves como París, Berlín y España.
Y todo ello a pesar del gran número de personas de la industria del alquiler vacacional que se quedarán en paro y de los numerosos informes independientes que han demostrado que prohibir el alquiler de segundas viviendas vacacionales no tendrá apenas ningún efecto sobre el coste de los alquileres a largo plazo.
Ponen como prueba los estudios que demuestran que si la prohibición de los alquileres vacacionales en Berlín se materializara, solo 3.900 apartamentos se convertirían en alquileres a largo plazo.
En Francia y España, la industria hotelera ha estado presionando para prohibir la práctica de los alquileres vacacionales a pesar del hecho que los hoteles en París, por ejemplo, tienen una tasa de ocupación del 91% en junio y septiembre. Si la ley prospera, los precios de los hoteles se incrementarán y habrá menos competencia.
En 2014, Housetrip y otros operadores no tienen duda de que las presiones de la industria hotelera irán en aumento, en la misma medida que lo hará la economía compartida, así como los grandes actores del alquiler vacacional. Algo que, sin duda, será estimulado por la población, que ve la necesidad de regular la economía compartida sin caer en la prohibición.