Madrid. Sin ladrillos, sin economía del conocimiento, y, lo que faltaba, el negocio turístico, ese que estaba sujetando un poco la economía española –la simbólica bajada del desempleo en marzo obedece solo a la campaña de Semana Santa–, que tampoco aguanta el tipo.
La desfavorable coyuntura socioeconómica que atraviesa España anticipa, para lo que queda de año, mayores caídas de la demanda turística interna que no podrá compensar con la llegada de los turistas internacionales, y en lugar del crecimiento del 0,2% previsto en enero se pasa a un retroceso del 0,3% para el conjunto del ejercicio. No obstante, esta revisión a la baja de 0,5 puntos resulta muy inferior a los 1,2 puntos de ajuste adicional que los analistas han vaticinado para el conjunto de la economía española.
Ante este declive del negocio, los empresarios del sector agrupados en Exceltur creen necesario mantener la resistencia y recobrar la capacidad de arrastre del turismo para ayudar a la recuperación, lo que, según ellos, obliga a una mayor sensibilidad por parte del Gobierno a la hora de priorizar y acelerar medidas de calado que favorezcan su competitividad, como el desarrollo de un plan integral, o evitar las cargas y sobrecostes operativos, como paliar la desproporcionada subida de tasas aeroportuarias, de cara a estimular la demanda y generar excedentes empresariales que reactiven al resto de sectores e impulsen la generación de empleo.
Y menos mal que, ante la llegada del buen tiempo, se espera que esa demanda externa empiece a llegar, sobre todo a la costa mediterránea, y permita impulsar las ventas y los resultados de los hoteles de costa, empresas de ocio y de coches de alquiler, aunque lejos de los números que se dieron en 2011.
Menores ingresos futuros basados en la cifra de negocios obtenida durante el primer trimestre del año, periodo en el que más de la mitad de las empresas turísticas españolas experimentan una caída interanual de sus ventas en España, descenso que se amplió hasta el 73,4% de los negocios durante la Semana Santa.
Las compañías aéreas y los hoteles urbanos, con caídas superiores al 75%, han sido los subsectores más perjudicados por esta mala temporada, mientras que las grandes agencias de viaje y las compañías del alquiler de coches consiguieron superar el primer trimestre con un menor impacto sobre los resultados por el ajuste de capacidades y la búsqueda de mejoras en los márgenes unitarios de venta.
En los hoteles de la costa, y muy especialmente los canarios en su temporada alta, y los de algunas ciudades, como Barcelona, junto con las empresas de ocio (salvo las estaciones de esquí), las caídas en las ventas y los resultados son menos generalizados e intensos. La inestabilidad en Egipto y la mayor propensión a disfrutar de su ocio en su lugar de residencia por parte de los españoles explican esta mayor resistencia.