Tres décadas después de que Jesús Ger fundara la empresa inmobiliaria a partir de la que se ha ido sustentando el grupo Marina d’Or, el empresario barcelonés se ha visto obligado a depositar los libros en el juzgado para que administren la empresa en la nueva situación concursal en la que acaba de entrar de manera oficial. Un nuevo revés que se suma a su fallido intento de hacerse con el aeropuerto de Castellón o de sacar adelante el proyecto Marina d’Or Golf.
Inicialmente denominó a su constructora de apartamentos con el nombre de Loger, pero pronto ampliaría su negocio también a la edificación de naves industriales y centros comerciales. Es esta sociedad la que en octubre de 2013 pasó a denominarse Comercializadora Mediterránea de Viviendas y ahora ha solicitado la suspensión de pagos.
El cambio fundamental en el desarrollo del proyecto se produce en la década de los 90, cuando pone en marcha el concepto de 'ciudad de vacaciones', con la construcción en el término municipal de Oropesa del Hotel Marina d'Or, rodeado de locales de ocio y restauración.
La oferta se va ampliado con nuevas construcciones, principalmente apartamentos, pero también con nuevos hoteles, hasta que en 2003 abre su Balneario Científico de Agua Marina. La operación va acompañada de una intensa campaña publicitaria que posiciona el complejo como destino turístico en España a través de la prensa, la radio y, especialmente, por la televisión
Desde un punto de vista mercantil, a partir de este momento va separando en distintas sociedades la gestión de los hoteles, el balneario y el resto de actividades complementarias en Hoteles Marina d'Or, Marina d'Or Internacional o Marina d'Or Energías Renovables, entre otras, sociedades que, en principio, seguirán con su actividad, y a las que el concurso de la matriz no les afecta, pero que, habrá que ver cómo evolucionan en los próximos meses.
Con los primeros síntomas de la crisis, Jesús Ger decide ampliar su actividad a otros países, principalmente Ecuador y Marruecos, al margen de impulsar la propia comercialización del complejo de Oropesa en otras plazas europeas.
Al mismo tiempo, opta por ampliar su oferta en España con el PAI Mundo Ilusión, bajo el nombre de Marina d'Or Golf, una segunda ciudad vacacional de 18,8 millones de metros cuadrados con la que quería expandir su concepto de ocio familiar por medio de hoteles tematizados entre Cabanes o Oropesa, un poco más alejados de la costa.
Este proyecto se enfrentó desde el primer momento, a principios de 2010, a una controversia judicial que en enero de 2014 llevó a la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) a confirmar la anulación el PAI por incumplimientos en materia medioambiental.