Se trata de anular, de manera definitiva, la licencia de obras, para seguidamente, ya sin más asideros jurídicos, proceder a la demolición del hotel El Algarrobico, pero casi tres meses después de celebrada la vista en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, sigue sin haber sentencia para el edificio fantasmal que sigue en pie en plena costa almeriense de Carboneras, en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar.
Un retraso que algunos no acaban de entender toda vez que existe un sinfín de sentencias previas que se habían pronunciado en el sentido de anular la licencia. En medio de la demora, ciertas cuestiones procedimentales están siendo cuestionadas. Como que, tras la sustitución de la magistrada del caso por una baja de enfermedad, se mantenga como ponente su sustituto, a pesar de que la magistrada ya se incorporó al trabajo, incluso antes de celebrarse la vista.
La vista pública que el magistrado suplente decidió celebrar, a pesar de que ninguna de las partes lo había solicitado, se retrasó hasta tres veces. Finalmente tuvo lugar el pasado mes de enero. Tanto la Junta de Andalucía como la Abogacía del Estado reclamaron que se ordenara la revisión de la licencia de obras del hotel.
Todo parecía indicar que el fallo llegaría pronto, teniendo en cuenta la coincidencia de las partes y, sobre todo, a la luz de sentencias anteriores. Tres fallos del Tribunal Supremo confirman que el El Albarrobico se levantó dentro del Dominio Público Marítimo Terrestre. Otros fallos anteriores del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía señalaban irregularidades en los permisos de construcción y calificación de los terrenos.
Pero la sentencia no llega, a pesar de que algunas fuentes anuncian la inminente resolución. Mientras tanto, ahí sigue el hotel, promovido por la inmobiliaria Azata, vacío y paralizado por orden de otro juzgado almeriense. Y su demolición sigue sin hacerse efectiva a pesar de cerca de una veintena de sentencias condenatorias.
El permiso municipal concedido en 2003 a la constructora Azata del Sol para construir el hotel no respetó la legislación de costas ni la normativa ambiental, según se recogió en una sentencia de un juzgado de Almería.
Tanto el Ayuntamiento de Carboneras como la constructora se escudan en unos planos de la Junta de Andalucía, que mostraba El Algarrobico como zona urbanizable. También aseguran que la servidumbre de dominio marítimo-terrestre era de 50 metros en la zona.
Ninguno de los argumentos es válido, ya que los planos no tienen valor porque se tramitaron de forma privada, sin publicación en boletín oficial alguno. Y mucho menos la vulneración de la Ley de Costas, puesto que ya existen tres sentencias firmes del Tribunal Supremo ratificando que el hotel invade la zona de servidumbre.