Madrid. Nueva Rumasa, el grupo empresarial de la familia Ruiz-Mateos, ha solicitado el preconcurso de acreedores para diez de sus empresas: Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Hibramer, Trapa, Carcesa (Apis y Fruco), Quesería Menorquina y Rayo Vallecano, que acumulan una deuda de 700 millones de euros. “Con esta medida garantizamos el futuro de las compañías”, ha señalado el fundador y patriarca del grupo, José María Ruiz-Mateos, quien añadió que no se plantean despedir a nadie. “Nunca hemos despedido y nunca vamos a despedir”, aseguró.
Ruiz-Mateos aseguró que cumplirá sus compromisos con los 5.000 inversores que han confiado en la compañía con la suscripción de pagarés o de participaciones. “Si no pudiera satisfacer esa obligación y no tuviera fe, me pegaría un tiro”, matizó. Según el consejero delegado de la empresa, José María Ruiz-Mateos Rivero, la compañía mantiene conversaciones muy avanzadas con un grupo inversor que prevé tomar una participación minoritaria aún por determinar e inyectar capital en el grupo, con una aportación que inicialmente cifran hasta en 500 millones de euros.
A la solicitud del preconcurso para diez de sus empresas, Nueva Rumasa suma el hecho de haberse visto salpicada por la fraudulenta trama de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) incentivados incluso por la Junta de Andalucía y por las acusaciones de impagos ejecutadas por sus proveedores, por las entidades bancarias que les han financiado y por la propia Seguridad Social.
De hecho, el anuncio de la familia Ruiz-Mateos tuvo lugar 24 horas después de que la Tesorería General de la Seguridad Social advirtiera de que ya ha dado muchas oportunidades a Nueva Rumasa para regularizar su situación y ordenara el embargo preventivos de bienes propiedad de sociedades de la familia Ruiz-Mateos para hacer frente al impago de las cuotas a la Seguridad Social, tanto de las corrientes como de los aplazamientos que se le han concedido a la empresa.