A la vuelta del verano, y si, como es previsible, el fundador de Inditex, Amancio Ortega, se lleva el gato al agua con la compra, a través de Pontegadesa, de Torre Espacio, el ‘gallego de oro’ situará su imperio inmobiliario en unas cifras astronómicas, con activos valorados en más de 6.000 millones de euros.
El pasado ejercicio lo cerró Pontegadea con activos valorados en casi 5.600 millones de euros, 1.000 más que en 2013. Inmuebles que, gracias a la mejora del tipo cambiario y a la evolución positiva de los mercados, propiciaron la obtención de 182 millones de beneficio, el doble que un año antes.
Y hacerlo, además, con un volumen de facturación de 189 millones. O sea, casi lo mismo facturado que ganado.Todo el beneficio ha sido destinado a reservas voluntarias, ya que las necesidades de amortizar son mínimas, con esos poco más de 50 millones de euros que adeuda a las entidades financieras.
En el caso de Torre Espacio, la operación la saldría a Ortega por una cantidad de entre 625 y 660 millones de euros, que, como suele ser habitual, abonaría en efectivo al Grupo presidido por Juan Miguel Villar-Mir. Algo que muy pocos, ni siquiera los fondos de inversión de mayor empaque se pueden permitir.
No obstante, en esta ocasión no serán los fondos los rivales a batir, sino otro grupo español, el de la familia mallorquina de los banqueros March, quienes, tras adquirir el edificio Ahorro Corporación -donde ubica su sede la Sareb-, están dispuestos a montar una red de activos situados en las mejores zonas de Madrid y Barcelona. Inmuebles alquilados casi en su totalidad a empresas o instituciones que permiten obtener rentas recurrentes altas y a largo plazo.
Este es precisamente el ‘gancho’ de Villar-Mir para vender Torre Espacio. Un contrato de alquiler durante un plazo mínimo de diez años por la mitad de sus 57 plantas -ocupados por empresas del grupo de construcción que preside el octogenario ingeniero de Caminos -, con unas rentas que podrían alcanzar los 35 euros por metro cuadrado de oficina y los 150 euros por plaza de parking. Entre los demás inquilinos del rascacielos figuran sociedades como Alpiq Energía, British American Tobacco, Afirma o las embajadas de Canadá, Reino Unido, Australia y Holanda.