Madrid. La ciudad alicantina de Torrevieja se prepara para superar con éxito el simulacro de emergencia sísmica que, con una magnitud de 5.5 en la escala de Ritcher, se desarrollará mañana, 5 de marzo, en el casco urbano del municipio.
La simulación sísmica, que activará las emergencias a nivel 0, 1 y 2, pondrá a prueba la estructura de los edificios residenciales. Casi dos años después del terremoto que asoló la localidad murciana de Lorca, en este simulacro participarán más de 500 efectivos, entre ellos y de manera activa los administradores de fincas que, gracias a su ardua labor, han permitido recobrar la normalidad en los inmuebles lorquianos que resultaron afectados por el seísmo.
El Ayuntamiento de Torrevieja lleva trabajando durante más de un año en este simulacro general, reuniéndose para ello con todos los sectores y agentes implicados. Así, previa a su organización, el Consejo Valenciano de Colegios de Administradores de Fincas recogía, en la Memoria de la Jornada de Trabajo “El colectivo de administradores de fincas en la gestión de una emergencia sísmica”, organizada conjuntamente con el Ayuntamiento torrevejense, una serie de recomendaciones.
Entre las conclusiones adoptadas en esta jornada celebrada en septiembre de 2012, se incluía que el punto de partida debería ser la provisión de recursos humanos y materiales para establecer una oficina de apoyo al administrador de fincas colegiado y de atención al ciudadano.
Esta oficina, con múltiples funciones, proveerá durante el simulacro de información al ciudadano afectado por el seísmo en cualquier finca donde no exista la figura del administrador. Ello incluiría informar sobre las posibles acciones a realizar para la reclamación de daños a compañías aseguradoras, trámites a realizar ante el Consorcio de Compensación de Seguros, etc.,
Además de valorarse los daños estructurales y moderados en viviendas y edificios, el simulacro, con epicentro a 5,5 kilómetros en dirección S-SO de la bocada del puerto de Torrevieja, también afectará a centros educativos, al puente N-332 a la altura del cruce con la calle Orihuela, a un depósito de agua, a la red de agua potable, estaciones de bombeo y alcantarillado… Un simulacro que espera resolver algunos de los principales problemas de coordinación que surgieron en Lorca.