No parece que tampoco este año salgan las cuentas echadas por la Generalitat Valenciana respecto a los ingresos previstos por la venta de inmuebles. Vender lo que se dice vender, no venden casi nada. Y, como mal menor, solo se logran alquilar algunos de los activos. El problema es que no ingresar lo previsto supondrá aumentar todavía más el déficit público.
La licitación de la actual sede de la Conselleria de Economía, en la calle de Colón de la capital del Turia, representa un ejemplo de las dificultades que existen para vender. Y, como mal menor, se opta por alquilar, pero, claro, los ingresos a obtener quedan a años luz de lo contabilizado en el presupuesto.
Solo Bershka, filial del grupo Inditex controlado por Amancio Ortega, ha presentado la única oferta, pero solo para quedarse en arrendamiento. Pagará en torno a 1,2 millones de euros anuales. Sería el segundo inmueble tras el arrendamiento firmado con la Agencia Tributaria por el antiguo edificio de la Conselleria de Obras Públicas, en la avenida de Blasco Ibáñez de Valencia.
En una reciente comparecencia, el conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, explicaba que la Generalitat Valenciana preveía obtener un ahorro de 6,6 millones de euros en 2013 por la rescisión de alquileres. Entre ellos, los del edificio Puerto del Mediterráneo o las oficinas ubicadas, que permitirán ahorrar unos 1,4 millones.
En el conjunto del Plan de Optimización del Patrimonio Inmobiliario, el desglose de esos 6,6 millones se articula con los 4,4 ahorrados en 2012, los 1,6 millones obtenidos hasta mediados del pasado mes de junio, y los restantes 650.000 euros saldrían de los alquileres que se dejarían de pagar hasta final de año, a medida que los distintos organismos se trasladen a la nueva Ciudad Administrativa 9 de Octubre.
A pesar de las dificultades para la venta de inmuebles, el consejero volvía a reiterar que el Ejecutivo regional no estaba dispuesto a malvender tras reconocer que son muchos los "fondos buitres" que se acercan con ofertas de compra muy por debajo de un precio considerable razonable.
Sí se han logrado vender trece bienes procedentes de herencias intestadas y, en el caso de que no se logren adjudicar, la Generalitat está optando por ceder estos inmuebles con libre concurrencia y publicidad y atendiendo al carácter social, una práctica que ha sido criticada por la oposición porque estiman que, en algunos casos, estas cesiones se están realizados a entidades que sí tienen ánimo de lucro.