Madrid. Mi familia era muy feliz, mis padres se llevaban muy bien, los cuatro hermanos -aunque sin destacar en nada- somos lo que se dice chavales sanos, buenos deportistas y cumplidores -unos mas que otros- en los estudios. Éramos lo que se dice una familia normal de clase media alta.
Mi padre era un profesional autónomo, muy trabajador y con mucho éxito. Esto permitía que mi madre no trabajase y a la familia llevar un elevado ritmo de vida. Los cuatro hermanos estudiando, dos de ellos en centros privados, el hermano mayor tenía su cochecito, etc.
Se ha muerto padre. Hemos mal vendido la casa de la playa para pagar el préstamo hipotecario de nuestra casa, los ahorros han servido para pagar los gastos extra hasta que hemos ajustado nuestro presupuesto. Mi madre ahora trabaja, los que estaban en la educación privada, han pasado a la pública. El hermano mayor ha vendido ya el coche, y él y el segundo trabajan, uno a media jornada y otro todo el día. La tercera hace trabajos esporádicos como canguro.
Europa ha sido nuestro padre hasta hace poco, era la que mandaba los fondos con los que hemos creado infraestructuras en ferrocarril, carreteras, abastecimientos, etc. y con los que hemos mejorado nuestra sanidad hasta ponerla de ejemplo en el mundo. Y todo esto es superado por nuestros aeropuertos, red e AVE, etc.
Hemos tenido las mejores prestaciones por desempleo, sanitarias, educativas, etc. y hemos creado un aparato administrativo local, autonómico y estatal, digno de un país nórdico. Hemos abierto las puertas a una mano de obra extranjera sin ningún tipo de control. Hemos gastado mucho mas de la cuenta, creando la falsa sensación de que éramos ricos.
Se ha muerto padre. Europa ya no manda los fondos, manda mensajes de amenaza. En vez de dinero nos dicen como no gastar. Aquí en España las cuentas no salen, y no podemos alimentar al monstruo que hemos creado. Además nadie toma medidas ni se hace responsable de la nueva situación.
En mi familia, antes decía que éramos felices, pues lo seguimos siendo. Nos hemos organizado tomando las medidas necesarias de ahorro y de trabajo, además tenemos una líder que nos trasmite ilusión, alegría y confianza, todos hemos hecho una piña alrededor de nuestra madre.
En España no tenemos líder que trasmita ilusión, confianza, que hagamos piña. Estamos desorientados, asustados y nuestra madre es vez de dar confianza y ánimos, parece que se ha dado a la bebida.