Madrid. Apurando al máximo el plazo de dos meses que el juez había dado a los nuevos administradores concursales de Nozar, ayer fue presentado el informe sobre la situación de la inmobiliaria de la familia Nozaleda, en concurso de acreedores desde septiembre de 2009.
Como ya viene siendo habitual en estos casos, la deuda es muy superior a la anunciada en un principio. No son 700 los millones que se deben, sino 1.600 el monto de millones adeudados a aproximadamente 700 acreedores, el 5% de ellos entidades financieras.
Esos 900 millones más de deuda se relacionan, según recoge el documento, con un reciente auto judicial que, tras convertir el concurso de voluntario en necesario, retrotraía a noviembre de 2008 la fecha de referencia para la quiebra de la compañía, y, como consecuencia de esta modificación, la administración propone al juez que se anulen los contratos de compraventa realizados a partir de noviembre de 2008.
A partir de ahora, el devenir del concurso pasa por la ratificación por parte del juez del informe de los administradores, la apertura de un periodo de alegaciones y la resolución final que se hagan de ellas para finalizar la fase común, que dará paso a negociar el convenio de acreedores que pueda presentar la inmobiliaria, con las condiciones y calendario de pagos.
El polémico cambio de administradores fue ratificado hace dos meses por Andrés Sánchez Magro, titular del Juzgado de lo Mercantil número dos de Madrid, quien recogía en el auto que se imponía “urgentemente un giro sustancial en la llevanza y gestión de este procedimiento”, porque “el anterior clima de beligerancia que se ha podido evidenciar en las actuaciones ha de ser sustituido por un régimen de abierta cooperación”, señalaba el juez.