Primero, ante la propia Secretaria de Estado de Energía, y después, ante otros tribunales internacionales, los grupos ecologistas, contrarios a las prospecciones petrolíferas en Canarias, van a recurrir la autorización que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo ha concedido a la multinacional Repsol para buscar petróleo en aguas próximas al archipiélago las islas Canarias.
Consideran que el proceso ha sido notoriamente irregular al haber estado la tramitación del expediente plagada de falta de información y trabas burocráticas que han impedido que se conociera con claridad su contenido.
Además, no se ha propiciado una verdadera y transparente participación en el proceso. Ejemplo de ello es la nueva y abundante documentación aportada al expediente por Repsol, que fue recibida el pasado 10 de julio, sin tiempo siquiera para ser analizada. Como acto final, el Ministerio ni siquiera ha considerado el último trámite de alegaciones de las partes interesadas, lo que indica que tenía redactada la autorización a las prospecciones antes de abrirse el plazo para recibirlas.
Las declaraciones de los principales responsables del Ministerio de Industria siempre han ido dirigidas a apoyar los intereses de la multinacional Repsol, y en contra de los intereses generales, de la opinión científica y de la voluntad del pueblo y las instituciones canarias.
Los ecologistas vienen denunciando desde hace meses que el proyecto recién autorizado por el Gobierno de España a la multinacional Repsol ignora información científica crucial sobre los valores naturales del área, entre los que destaca su importancia mundial para los cetáceos.
La empresa ha minimizado los impactos que tendría sobre el resto de la fauna y ecosistemas marinos, así como sobre sectores de gran importancia social y económica en el ámbito insular, como la pesca o el turismo, muy dependientes de la calidad de las aguas y costas e incluso del propio abastecimiento de agua potable para la población de las islas orientales que depende directamente de la desalinización del agua del mar.
Además, entienden los ecologistas que buscar nuevos hidrocarburos no es el camino para reducir nuestra demanda energética, sino que la solución pasa por apostar por la eficiencia, el ahorro y las energías renovables, de las que España era líder mundial.
Mientras tanto, Repsol y sus dos socios ya pueden preparar las plataformas y los pozos donde se van a realizar las exploraciones. De encontrar un yacimiento relevante, Repsol pasaría a la siguiente fase, la de extracción. Hace dos años, cuando la petrolera presentó la solicitud para estas prospecciones lo hizo en base a unas previsiones sumamente optimistas. Las de que podían existir reservas de hasta 150.000 barriles al día, para un total de 1.200 millones de barriles.