El estallido de la burbuja inmobiliaria hace 7 años hizo saltar por los aires el mercado inmobiliario y de la construcción. El resultado de la explosión de la burbuja fue una brusca caída de la demanda de activos inmobiliarios, de la actividad constructora y de los precios. Como consecuencia de ello, muchos trabajadores de la construcción fueron despedidos y quebraron muchas empresas del sector o afines. En definitiva, una espiral negativa para todos.
En este contexto de cierre de empresas, bajada de la demanda y caída de los precios nace en 2010, en plena crisis del sector, la empresa Somrie Personal Shopper Inmobiliario. Que además introduce en España una profesión nueva y desconocida, proveniente de Estados Unidos: el Personal Shopper Inmobiliario.
Enric Jiménez -fundador y CEO de la compañía-, tras 20 años ocupando diferentes cargos directivos en empresas del sector, detecta una necesidad en el comprador de vivienda: tener a alguien de su parte, que esté a su favor y le asista en el proceso de adquisición. Al fin y al cabo según Jiménez, "el comprador es el que paga toda la inversión pero es el menos valorado".
En 2010 Jiménez -emprendedor nato y optimista convencido-, apuesta por capitalizar su prestación por desempleo y abrir la oficina central de Somrie Personal Shopper S.L en el Paseo de Gracia de Barcelona, con una inversión inicial de 100.000 euros. El equipo inicial lo componen 4 socios, uno de los cuales se encarga de ampliar la presencia internacional de la empresa.
En cuatro años, Somrie ha dado servicio a más de 150 clientes, entre particulares y empresas. El 60% de sus clientes son inversores extranjeros que, auspiciados por los bajos precios y por la Ley del Emprendedor, aprovechan la oportunidad de adquirir una casa a buen precio en nuestro país. El 40% restante de su cartera de clientes se reparte entre empresas que buscan nuevas localizaciones para su negocio o para su plan de expansión y por parte de particulares, que quieren invertir sus ahorros o aprovechar la bajada de los precios para adquirir una vivienda.
Desde el 2010 la empresa ha crecido en número de sedes y trabajadores. Si bien empezó con una plantilla de 4 empleados ya son 20 personas trabajando en el proyecto -entre colaboradores y autónomos-. A parte de la oficina central en Barcelona, Somrie ha abierto delegación en Madrid, Baleares, Andorra, Londres, Shanghai, Malasia, México, Brasil y Argentina. Además son residentes en Esade Creapolis (Sant Cugat del Vallès) y tienen delegados en Gerona, Valencia, Marbella y Cádiz.
Desde que abrió en el segundo semestre del 2010, ha visto duplicar en dos años su facturación. En el año 2013 generó un volumen de negocio de 5.000.000 de euros por las operaciones realizadas por sus clientes. La facturación del 2014 prevé multiplicar por 4 la de sus inicios en 2010 y en 2015 prevén llegar a unas cifras de ingresos de más de 1.000.000 de euros.
Enric Jiménez se muestra esperanzado ante los últimos datos de junio que encadenan 4 meses de subidas en la compra de viviendas publicados hoy por el INE, por el aumento del precio de la vivienda en algunas zonas y por la recuperación de la actividad constructora. No en vano, se trata de un sector con gran peso en la economía española.