Existe gran expectación entre las empresas tecnológicas valencianas por saber los precios que el Consorcio Valencia 2007 va a poner para la ocupación de los edificios de La Marina Real, inicialmente construidos para ser ocupados para los equipos que disputaron la America’s Cup.
Que el proyecto Lanzadera y la escuela de negocios EDEM, impulsados por el presidente de Mercadona, Juan Roig, lo van a hacer, no hay ninguna duda. Pero sí las tienen el resto de pequeñas pymes para las que un precio excesivamente alto echaría por tierra todas sus expectativas de ubicarse en este nuevo cluster tecnológico.
Las primeras conservaciones realizadas han dejado entrever que las licitaciones tienen un precio por encima del mercado urbanístico, especialmente porque, además, se deben acometer una serie de reformas en los inmuebles. Por si fuera poco, muchos de los agentes de este colectivo se encuentran instalados en parques tecnológicos de las universidades de forma gratuita.
Todavía es pronto para hablar de importe por metro cuadrado, que dependerá de la zona, del volumen de la inversión y de la duración de esta. De hecho, a mayor volumen de inversión, por ejemplo, con actuaciones de nueva construcción, menor volumen de renta. Para que finalmente se hagan públicos los concursos para las concesiones, se está a la espera de que se arroje luz al plan económico y de viabilidad que debe publicarse en base a los informes realizados por BNP Paribas y CBRE.
Las bases de la Copa América, salvo algunos eventos celebrados de manea ocasional, han estado desiertas desde que acabó la competición de vela. De hecho, desde el Consorcio ya han tomado la decisión de que se proceda a la demolición de alguna, como la del China Team. Las restantes serían las que formarían parte del nuevo cluster.
La del Alinghi, una de las más reconocibles, dispone de 6.000 metros cuadrados en el muelle de la Aduana para albergar oficinas. La del equipo italiano Luna Rossa, obra del arquitecto Renzo Piano, dispone de 4.767 metros cuadrados, que superarían los 7.000 metros cuadrados si se unen, en una remodelación integral, con los casi 2.500 metros de que dispone la antigua base del también equipo transalpino +39.
Los metros cuadrados restantes se reparten entre la base del equipo sudafricano Team Shosholoza y, sobre todo, la del Oracle. Una parcela de casi 2.800 metros cuadrados sobre la que se edificó un inmueble de más de 7.000 metros cuadrados.