Barcelona. No será Barcelona World, sino BCN World, como se denominará el complejo de ocio promovido por Veremonte, la sociedad capitaneada por el empresario Bañuelos. Algo que al valenciano le da igual. Avispado como es, había registrado ambas marcas en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial, perteneciente a la Oficina Española de Patentes y Marcas, y también está en trámite la solicitud en el registro europeo.
Y ya tiene hasta logotipo. Un letra W que, en un extremo se compone de la unión de múltiples esferas o moléculas, lo que simboliza la convergencia de varias actividades en las instalaciones que se ubicarán junto al parque temático PortAventura en la costa de Tarragona, entre Vila-seca y Salou. Ha sido ideado por el estudio valenciano de diseño Conca y Marzal, fundado hace 16 años por Juanjo Conca y Vicente Marzal y especializado en comunicación y diseño gráfico, corporativo e industrial; para el proyecto de BCN World han contado con la colaboración de David Cercós y Manuel Camacho.
Pero lo que de de verdad preocupa a Bañuelos es conseguir participaciones relevantes, nunca mayoritarias –ya cuenta, junto otros socios, con 1.000 millones–, para entrar en el proyecto. Son 5.000 millones de inversión los que se requieren para una actuación que ocupará unas 600 hectáreas y sumará 1,5 millones de metros cuadrados construidos, en un espacio que actualmente ya dispone de tres campos de golf funcionando, playa, piscinas y zonas deportivas. Pretende captar 10 millones de visitantes al año de ocio familiar, y dar empleo a 20.000 personas de forma directa y otras 20.000 de forma indirecta.
El primer paso es negociar la venta de un paquete de cerca del 25% del futuro complejo Barcelona World al grupo chino SJM Holding, el gigante de juego de Macao, presidido por el multimillonario chino Stanley Ho, el octavo hombre más rico del mundo. También se ha calibrado el interés de dos multinacionales de Estados Unidos y de un grupo brasileño .
Si todo marcha como Bañuelos pretende –ya ha comunicado al Ejecutivo catalán su intención de iniciar las obras al final del próximo verano–, el proyecto podría estar en marcha en 2015, toda vez que los terrenos, junto a Port Aventura, en Tarragona, ya están urbanizados y sin más trámites urbanísticos que superar que el de la concesión de las licencias para comenzar las obras.
