Madrid. Tras el cierre en enero del acuerdo de refinanciación de su deuda con las entidades financieras acreedoras, Quabit ha presentado los resultados correspondientes al primer trimestre de 2012, que vienen a certificar que la práctica totalidad de los ingresos ya no provienen de la actividad promotora y la gestión propiamente dicha, sino de los activos que, en virtud de ese acuerdo, adquiere la banca.
Así, la cifra de negocio refleja un incremento significativo respecto al mismo trimestre del año 2011, pasando de 6,5 millones de euros a 311,4 millones de euros, casi todos por la venta de activos a sociedades vinculadas a entidades financieras a través de trasmisiones de suelo, promociones terminadas y activos en alquiler. Ventas que llevan a un resultado, un tanto ficticio, de 4,88 millones de beneficios, que contrastan con los 18,34 millones de pérdidas arrojadas un año antes, cuando esas ventas a los bancos no fueron tan cuantiosas.
Los terrenos son los activos transferidos que más han ayudado a incrementar la cifra de negocios. Mientras que en el mismo periodo de 2011, los ingresos por gestión de suelo se limitaron a la actividad de agente urbanizador, ahora esas ventas han supuesto un incremento de ingresos notable, de los 1,2 millones de euros en 2011 a 288,6 millones a 31 de marzo de 2012.
Lo mismo sucede con los ingresos procedentes de la promoción inmobiliaria propiamente dicha. Entre enero y marzo de 2012 se entregaron 62 viviendas, el doble que un año antes, principalmente por esas operaciones a entidades financieras.
Dentro de la facturación quedan unos residuales 600.000 euros procedentes del patrimonio en explotación, que suponen aumentar en 40.000 euros los obtenidos en el primer trimestre de 2011, algo que la compañía achaca al mayor nivel de ocupación.
El acuerdo con la banca también se traduce en la reducción de un 27% de la deuda financiera, que baja de los 1.393 millones registrados en marzo de 2011 a los 1.020 millones contabilizados al cierre del primer trimestre de 2012.
Las principales premisas del acuerdo firmado el pasado 18 de enero pasan por la transformación de la financiación sindicada en tantas financiaciones bilaterales como entidades participaban en la misma, el otorgamiento de líneas de crédito adicionales que permiten garantizar la viabilidad a medio plazo, la adquisición de determinados activos por algunas entidades para la cancelación de la deuda financiera, dar posibilidad en el futuro de adquisición por parte de las entidades de activos que permitan reducir el endeudamiento financiero de la sociedad dominante, y la refinanciación de la totalidad del endeudamiento financiero que no se cancele mediante las operaciones de compra anteriormente citadas, incluyendo, entre otras cuestiones, la extensión de los plazos de vencimiento del mismo y la articulación de mecanismos que permitan carencia de principal e intereses.