Barcelona. La compañía inmobiliaria Fergo Aisa, presidida por Carlos Fernández, vuelve a verse en situación preconcursal, cinco meses después de haber superado el concurso de acreedores instado por CatalunyaCaixa. Sus 414 millones de deuda financiera, 143 de ellos ya vencidos e impagados, pesan como una losa, y los contratos en el exterior no llegan.
En un comunicado remitido a la CNMV, tras la suspensión de su cotización en el mercado bursátil, cuando la acción valía ya solo un céntimo de euro, la compañía daba cuenta del acuerdo tomado por el consejo de administración, de presentar el oportuno escrito para poner en conocimiento del juzgado competente el inicio de las negociaciones con acreedores a los efectos de conseguir un acuerdo de refinanciación con la totalidad de los acreedores, tal como está previsto en el artículo 5 bis de la Ley Concursal 22/2003, de 9 de julio.
También se hacía referencia al hecho de que en los próximos una nueva reunión del consejo establecerá un plan de pagos y refinanciación que ofrecerá a la totalidad de los acreedores.
A partir de ahora, una vez presentada la comunicación ante el juzgado, existe un plazo de cuatro meses tras los que Fergo Aisa, haya o no alcanzado un acuerdo de refinanciación o las adhesiones necesarias para la admisión a trámite de una propuesta anticipada de convenio, deberá solicitar la declaración de concurso dentro del mes hábil siguiente, a menos que no se encontrara ya en estado de insolvencia.
Cuando en noviembre de 2011 se superaba el concurso instado por CatalunyaCaixa, la empresa ya expresaba del grave riesgo financiero existente. Se confiaba en que, a finales del pasado año, la deuda se reduciría en 40 millones, y en 180 más a lo largo del presente ejercicio, en diversas operaciones de daciones en pago con las entidades financieras, pero no ha sido posible. Tampoco acaban de llegar los contratos de obras que se están negociando tanto en Colombia como en Irak.
La inmobiliaria registró en 2011 unas pérdidas de 126 millones de euros. La compañía tenía una deuda a corto plazo con entidades de crédito de más de 200 millones de euros. Fergo Aisa achacó en parte las pérdidas a provisiones por venta de participaciones accionariales por 21 millones y depreciaciones de activos que ascendieron a 78,5 millones de euros.