Madrid. Eiffelgres continúa su recorrido innovador de sus productos de gres porcelánico con la colección Pillart, firmada por Mauro Bellei. Esta colección, que busca una nueva expresión a través de la interpretación de una piedra natural, la Pillarguri, conecta directamente con las anteriores por la clara inspiración en el mundo del arte.
Es una idea que manifiesta sus potencialidades expresivas con el fin de proponer pavimentos y revestimientos para exteriores e interiores de calidad, a través de una sabia combinación de tecnología y artesanía. Con Pillart, Eiffelgres quiere comunicar y definir su capacidad para personalizar un proyecto explorando también el juego de los opuestos. Según su creador, Pillart es una colección que se inspira en la pillarguri (una pizarra oscura noruega caracterizada por las inclusiones en forma de aguja y de punto) y, al mismo tiempo, quiere acercarse al mundo del arte.
Este proyecto nace de la exigencia de disponer de un nuevo producto en el catálogo que debe proponer, en gres porcelánico, una piedra que evoque visualmente a aquella que se encuentra en la naturaleza.
Mi respuesta, explica Bellei, se ha estructurado en base a la idea de un producto que tiene las características solicitadas, junto a su doble en negativo: así pues, no una sino dos superficies distintas que nacen de la misma matriz. Como consecuencia de este propósito, que expresa una fuerte síntesis expresiva vinculada al mínimo, he desarrollado diversas personalizaciones que cobran vida directamente de esa síntesis.
El objetivo, inmediatamente compartido por la empresa, ha sido estructurar una combinación entre expresión artística y tecnología, en la que una simple idea se enlaza con el proceso industrial: por una parte, a través de una superficie natural para interiores que presenta el mínimo cromático de un positivo y de su negativo y por otra, con una superficie muy áspera para exteriores, el exterior día y el exterior noche.
En un periodo de turbulencias de distinta naturaleza como el actual, creo que es saludable un nuevo pensamiento que parte de lo esencial, que parte de lo mínimo para entender cómo organizar un desarrollo. Lo mínimo, si se articula de una determinada manera, puede generar una gran riqueza que encuentra su origen en la verdadera frescura de la simplicidad.
En definitiva, Pillart es una colección que comprende dos colores: me refiero al blanco y al negro, colores que están en la base de la expresión de la teoría visual y de la expresión analítica del pensamiento. Al final, con Pillart he optado por la elección calibrada de transformar el blanco y el negro hacia dos tonos de gris, uno oscuro y uno claro, de modo, eso sí, que mantengan una evidente contraposición visual. Pienso en las combinaciones entre las bicromías grises que nos recuerdan a Brunelleschi, por ejemplo las que pueden verse en la Capilla Pazzi de Florencia, las cuales me hacen pensar y releer con ojos diferentes los grandes negativos positivos de Bruno Munari.
Sabemos que el claro y el oscuro, ligados al blanco y al negro, son tonos que pueden interpretar perfectamente la visión conceptual de la realidad a través de la confrontación de los opuestos, con el ying y el yang, el día y la noche en la antigua grafía china, el ”ser o no ser” del Hamlet de Shakespeare, el vacío y el lleno, el miedo y el valor, la ausencia y la totalidad, la calma y el ruido, o la complejidad y la síntesis. En la práctica me refiero a dos tonos que pueden dialogar de modo universal.