Málaga. Entre los meses de enero y septiembre solo tres empresas malagueñas dedicadas a la construcción o a la promoción inmobiliaria se declararon en concurso de acreedores por no poder hacer frente a las deudas contraídas tanto con entidades financieras como como proveedores, Hacienda o la Seguridad Social. Un año antes, en el mismo periodo, fueron 15 las compañías que tuvieron que reconocer su quiebra, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística.
El dato, aparentemente esperanzador, no lo es tanto si se ve el número de viviendas visadas en lo que va de año. Si en 2009 cayeron un 74%, en lo que va de año, de enero a septiembre, el descenso ha sido del 28% respecto al mismo periodo de 2009, según los datos aportados por el Colegio de Arquitectos de Málaga.
Desde la Asociación de Promotores y Constructores de Málaga, su secretaria general, Violeta Aragón, asegura que ese descenso en el número de empresas incursas en concurso de acreedores se debe más que a la reactivación de la actividad a que “el año pasado fue muy duro para las empresas del sector al desaparecer prácticamente la construcción privada de edificios”.
El resumen de la estadística de procedimientos concursales en Málaga recoge que fueron quince y nueve personas físicas sin actividad empresarial las que se declararon en concurso de acreedores en el tercer trimestre de este año, lo que supone un descenso respecto al mismo periodo del año pasado, cuando fueron 26 las empresas en quiebra y 35 las personas que se declararon insolventes para hacer frente a sus deudas.
Además de las tres empresas del sector de la construcción, las doce restantes se dedicaban al comercio al por mayor, la hostelería, el transporte, los bienes de consumo duradero y las actividades administrativas. Dos al resto de servicios y una sin actividad calificada. La mayoría tenían un volumen de negocio inferir a dos millones de euros, y sólo una contaba con más de 100 empleados en su plantilla.