FAI pide destinar el 100 % de los ingresos fiscales a políticas de oferta
El mercado inmobiliario atraviesa un momento de gran presión, con una demanda de vivienda que supera con creces a la oferta disponible. Según los últimos datos del INE, las compraventas han crecido un 17,9 % interanual, impulsadas por factores como los movimientos migratorios, el encarecimiento del alquiler y la rentabilidad del inmueble como activo inversor. La Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) alerta de que esta situación está desbordando al sistema.
Para frenar esta tensión estructural, FAI propone que el 100 % de la recaudación fiscal derivada de las operaciones inmobiliarias se destine a medidas que generen oferta habitacional a corto plazo. Esta estrategia permitiría equilibrar el mercado y facilitar el acceso a la vivienda a los colectivos más afectados. Así lo recoge la propia entidad en su enfoque sobre el sector inmobiliario desde la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias.
La presión de la demanda no solo está elevando los precios, sino también desplazando a una parte creciente de la población hacia zonas periféricas o fuera de su lugar de residencia habitual. FAI advierte que si no se adoptan medidas urgentes, este desequilibrio seguirá agravándose y dificultando la sostenibilidad del mercado a medio plazo.
Tienes toda la razón: la tabla de datos clave también está incluida en la plantilla oficial y forma parte obligatoria del Paso 3 si hay cifras concretas en la nota. No debí omitirla. La instrucción es clara:
Datos relevantes
- Aumento del 17,9 % interanual en compraventas (junio 2025)
- Aumento del 19,7 % en el primer semestre de 2025
- ITP entre el 6 % y el 10 % en viviendas de segunda mano
- IVA del 10 % en viviendas nuevas
- IRPF del 19 % al 30 % para el vendedor según tramo
- Plusvalía municipal grava el incremento del valor del suelo urbano
¿Por qué FAI propone reinvertir el 100 % de los impuestos?
Porque considera que los ingresos fiscales generados por las compraventas no están ayudando a resolver la escasez de oferta, que es el problema central del mercado.
¿Qué tipo de políticas sugiere FAI financiar con esos fondos?
Principalmente medidas que favorezcan la construcción y puesta en el mercado de nuevas viviendas asequibles, en especial en régimen de alquiler.
La propuesta de FAI pone el foco en una reforma estructural del sistema fiscal vinculado a la vivienda, con el objetivo de mejorar el acceso y moderar los efectos de una presión especulativa creciente.
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FAI traslada su propuesta fiscal a las administraciones públicas
La Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) hace un llamamiento a las administraciones públicas para que el 100 % de la recaudación fiscal derivada de las operaciones de compraventa de vivienda se destine de manera prioritaria a la implementación de medidas para generar oferta a corto plazo.
Así se ha pronunciado el presidente de FAI, José María Alfaro, tras conocer los datos de compraventas publicados por el INE, que muestran un crecimiento del 17,9 % interanual en junio y un 19,7 % en el comparativo semestral.
Alfaro destaca que la evolución de las transacciones inmobiliarias reafirma la tracción del sector inmobiliario como motor fundamental de la economía del país, pero asegura que no hay un equilibrio en el mercado.
De hecho, indica que la evolución al alza del número de compraventas responde a una demanda muy superior a la oferta en el actual parque de vivienda, impulsada por los movimientos migratorios —tanto internos como internacionales—, por la dificultad creciente para acceder al alquiler y por la atractiva rentabilidad que continúa ofreciendo la vivienda como activo de inversión. Una situación que desborda al mercado.
Por ello, asegura que la lectura de estos datos no solo hay que analizarlos en cifras, ya que “la presión de la demanda provoca repuntes en los precios, dificultad de poder comprar por parte de la población joven o de poder comprar la vivienda en la ubicación que necesitan y con las prestaciones que necesitan, provocando un éxodo inmobiliario”.
Asimismo, y sobre el comportamiento del mercado, asegura que los agentes inmobiliarios perciben que todo lo que se pone en venta se vende, aunque notan un ritmo menor que el de hace un año, atribuible a dos factores: la subida de los precios, que ya está siendo poco soportable para una parte de la demanda, y la escasez de oferta, que hace difícil encontrar lo que se busca.
Por ello, Alfaro insiste en que “es justo reivindicar que una parte significativa de los ingresos públicos recaudados por las operaciones de inmuebles, que no se están empleando donde se necesita, habida cuenta de la situación de emergencia en el acceso a la vivienda, se reviertan estratégicamente en políticas de acceso a la vivienda, especialmente al alquiler, ya que sigue siendo la pata más débil en estos momentos del mercado inmobiliario”.
En este contexto, remarca que “sin un equilibrio real entre compraventa y alquiler, no podremos hablar de un mercado sostenible y accesible para todos los ciudadanos”. Y sostiene que “las administraciones públicas, en su conjunto y de forma coordinada, tienen la obligación de revertir esta situación de forma urgente”.
La carga impositiva
Alfaro recuerda que, en las operaciones de compraventa de vivienda, tanto el comprador como el vendedor deben hacer frente a diversas obligaciones fiscales. El comprador debe asumir el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales en viviendas de segunda mano, que varía entre el 6 % y el 10 % dependiendo de cada comunidad autónoma, o bien el IVA (10 %).
Si la vivienda es nueva (primera transmisión), se paga un 10 % de IVA sobre el precio de venta, además del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (entre el 0,5 % y el 1,5 %).
Por su parte, el vendedor tributa por la ganancia obtenida en el IRPF —con tipos entre el 19 % y el 30 % según el tramo— y también debe afrontar la plusvalía municipal, que grava el incremento del valor del suelo urbano entre la fecha de adquisición y la venta.