El Govern de las llles Balears, a través del Instituto Balear de la Vivienda (IBAVI), pondrá en marcha un proyecto ejemplar en la comunidad por el cual se reutilizarán los sistemas y los materiales existentes en un edificio que se tiene que demoler para fabricar los elementos con los cuales se construirá una nueva promoción de aproximadamente 25 viviendas de dotación de protección pública en Palma, donde actualmente ya hay 205 nuevos VPO en construcción.
Se denomina minería urbana (urban mining) a la recuperación de materias primas que provienen, en el caso de la construcción, de infraestructuras o edificios existentes para reciclarlas y reutilizarlas. En este caso, se llevará a cabo en un edificio en la calle de Lope de Vega de Palma que fue cedido por la Conselleria de Hacienda y Administraciones Públicas al IBAVI. En concreto, se podrá reaprovechar el 80% del edificio.
«La prioridad de la política de vivienda se demuestra con hechos como este», ha apuntado Francina Armengol, presidenta de las Islas Baleares, quien también ha asegurado que el objetivo de «poder garantizar el derecho de la ciudadanía para acceder a una vivienda» se hace también «con rigor» en términos de sostenibilidad, cumpliendo con la Ley de Cambio Climático y la Ley de Accesibilidad Universal y «con procesos que son totalmente nuevos en términos de eficiencia energética y en la economía circular y el uso de productos de kilómetro cero».
En el caso de este proyecto, que reutiliza escombros, «volvemos a ser pioneros con un tipo de obra pública que hace posible concienciar a la población en cómo tenemos que hacer posible la sostenibilidad», apuntaba Armengol.
Por su parte, el conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí, destacaba que «las más de 200 viviendas que construimos en Palma y los más de 600 del conjunto de las Illes Balears tienen un denominador común: aparte del diseño moderno, todas las obras tienen en cuenta la necesidad y la voluntad de la eficiencia energética y combinar la construcción con materiales de proximidad». «Además de las ventajas de diseño y eficiencia, hacemos una aportación más hacia la no producción de residuos que tengan que ir a vertederos», ha añadido.
La estructura y la cubierta del edificio que se tiene que demoler se encuentran en mal estado e incluso presentan problemas de aluminosis. Además, el edificio se encuentra fuera de ordenación en una de sus esquinas. Por todo esto, se ha optado por demoler el edificio y, para reducir el impacto ambiental y la generación de residuos, se reutilizarán los escombros.
A partir de la demolición, se iniciará un proceso de deconstrucción del edificio existente y los residuos y escombros se transformarán en los elementos constructivos con los cuales se edificará la nueva obra. Los muros de marés y hormigón se triturarán para fabricar los bloques de hormigón de cal que conformarán la estructura del nuevo edificio.
Con este proyecto de minería urbana, además de fomentar la economía circular y la gestión eficiente de los residuos, se llevará a cabo el que será un caso paradigmático en las Illes Balears, en que los residuos de la demolición se convertirán en nuevos recursos y se reducirá exponencialmente el impacto ambiental en comparación a una demolición habitual.
El IBAVI prevé publicar el 5 de agosto la licitación para adjudicar las obras de demolición del edificio existente y de fabricación de los bloques de cal con el material recuperado.
Se prevé que las obras de demolición y fabricación de bloques de cal empiecen el octubre de 2021, y su finalización enlazará con el inicio previsto de las obras de construcción del nuevo edificio de VPO el febrero de 2022.
El presupuesto para la demolición del edificio existente y la prefabricación de los bloques es de 312.147,20 euros y el presupuesto de la nueva promoción de VPO es de 1.750.934 euros. La suma total es de 2.820.673 euros.
El equipo de arquitectos adjudicatarios de la redacción de los proyectos, dirección de las obras y coordinación de seguridad y salud del edificio es Arquitectes Área Productiva, SLP.
La propuesta presentada, además de prever la deconstrucción del edificio existente, también plantea la utilización otros sistemas constructivos prefabricados y de rápida ejecución, así como estrategias de arquitectura bioclimática que permitirán la optimización de plazos y costes en el proceso de construcción y la eficiencia energética del edificio en funcionamiento.