Después de una breve estabilización en el tercer trimestre del 2020, los precios volvieron a bajar en el último periodo del año.
El precio medio del alquiler registra una caída anual del 5,9% en Barcelona y del 2,1% en Madrid.
El Índice Internacional de Alquileres del cuarto trimestre de 2020 de HousingAnywhere, la plataforma más grande del mundo de alquiler de alojamientos para jóvenes profesionales y estudiantes internacionales, muestra que los precios del alquiler caen una vez más en las principales ciudades europeas. Si bien el tercer trimestre del año pasado vio a los mercados recuperarse de la primera ola de la pandemia, consiguiendo una relativa estabilidad, el último aumento mundial de casos de la Covid-19 revirtió esta tendencia en la mayoría de las ciudades para el último trimestre del 2020.
Djordy Seelmann, CEO de HousingAnywhere, explica que «el mercado del alquiler continúa siendo dictado por la pandemia, y parece que la consecuente volatilidad aún no ha quedado atrás. Antes de que las vacunas estén disponibles para todos los grupos de población en toda Europa, tendremos que lidiar con otra serie de bloqueos y sus impactos en el mercado. Aun así, hay luz al final del túnel y esperamos ver signos de recuperación en la segunda mitad del 2021».
España no es una excepción para esta tendencia a la baja y el precio medio del alquiler ha sufrido una caída respecto al trimestre anterior del 4,9% en Barcelona y del 2,2% en Madrid. Comparando las cifras respecto al mismo trimestre del año pasado, la caída anual es del 5,9% y del 2,1%, respectivamente. En cuanto al alquiler de habitaciones, se han registrado caídas más drásticas debido a las restricciones de viaje que afectan a los estudiantes, con una caída anual del 6,5% en Barcelona y del 10,3% en Madrid. En otras ciudades españolas también se han experimentado grandes caídas de precios, como es el caso de Valencia, cuyo precio medio del alquiler ha bajado en un 7% respecto a 2019.
A nivel europeo, la bajada en los precios del alquiler es generalizado, pero algunas ciudades, como París y Londres, registran un incremento de precios. En el caso de la capital francesa, esta sigue a la cabeza como la ciudad europea donde es más caro alquilar (con un precio de 40,6EUR/m2) y registra un incremento anual del 5,3%. Por su parte, Londres sigue entre las ciudades más caras para alquilar en Europa, aunque se espera que los precios bajen a medida que los expatriados y los estudiantes vayan regresando a sus países de origen como consecuencia de la pandemia.
Una encuesta reciente de la plataforma educativa Bridge U ha revelado que el Reino Unido ha bajado un 56% en la inscripción de estudiantes internacionales para el año académico 2021-2022. Seelmann explica que «Londres sigue siendo atractivo para los expatriados y los trabajadores en el Reino Unido, a pesar de la disrupción económica anticipada como resultado del Brexit. Sin embargo, entre los estudiantes internacionales, la popularidad de la ciudad está disminuyendo como resultado del clima político incierto al que se enfrenta el país. Además, el Reino Unido anunció recientemente que se retirará del programa Erasmus +, que apoya la movilidad internacional de estudiantes». En este sentido, España es uno de los países que sale más beneficiado por las cambiantes decisiones de los estudiantes debido a la pandemia, ya que según este mismo estudio el interés de los estudiantes por ir a España ha aumentado un 200%.
El impacto del traspaso de alquileres turísticos a residenciales
Si bien la mayoría de las ciudades europeas están mostrando una caída en los precios de alquiler, existen algunas excepciones más allá de París y Londres, como son Reikiavik y Utrecht. Esto se debe principalmente a que Airbnb inundó estos mercados con alquileres de mayor precio, tras la fuerte caída de las reservas de vacaciones. Como consecuencia de este traspaso de alquiler vacacional a residencial, se están elevando los precios medios de alquiler, distorsionando el panorama general. «Esta es una clara indicación de que los alquileres vacacionales ofrecidos en Airbnb y plataformas similares se están retirando del inventario general de viviendas. Instamos a las ciudades a revisar sus políticas con respecto al número de alquileres vacacionales que pueden retirarse de la oferta de viviendas residenciales, ya que sus ciudadanos sufren la presión al alza de los precios causada por la industria del alquiler vacacional», alerta Seelmann.