martes, 1 julio 2025
Newsletter
InicioEconomía y NegociosInternacionalMadrid, Barcelona y París...

Madrid, Barcelona y París reclaman más financiación para las ciudades en Habitat III

Los Ayuntamientos de Madrid, Barcelona y París han acudido acudir con un frente común a la conferencia Habitat III que, organizada por Naciones Unidas, se celebra, hasta el 20 de octubre, en Quito, la capital de Ecuador.

Cumbre de ciudades en la que, una vez más, serán los representantes de los estados, y no los de las ciudades -los que, a la postre, son los que finalmente tienen que afrontar los problemas que afectan más directamente a los ciudadanos- quienes decidirán sobre los acuerdos que van a incidir en la vida de más de la mitad de los habitantes del planeta.

Una situación resulta chocante, teniendo en cuenta que será indispensable la colaboración de los gobiernos locales para el despliegue de la nueva agenda. Por ello, Madrid, Barcelona y París acuden a la cumbre con una agenda común, para poner de manifiesto que los gobiernos locales son quienes tienen mayor facilidad para llegar a acuerdos y generar respuestas innovadoras frente a los problemas globales.

En este sentido, abogan por no desaprovechar esta capacidad de cooperación e innovación, de cara a no desaprovechar un déficit democrático como un coste de oportunidad, que tan solo se explica por la inercia del pasado y por la voluntad de los gobiernos nacionales de mantener acotado su monopolio de decisión en la escala internacional.

Los tres consistorios insisten en apuntar que «estamos frente a un cambio de época en el que las ciudades somos a la vez parte del problema y de la solución». Por ejemplo, si las áreas urbanas responsables del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero, también han sido las principales impulsoras de iniciativas medioambientales orientadas a combatir el cambio climático, desde la Agenda 21 Local hasta el fomento de la rehabilitación energética y la apuesta por una movilidad sostenible.

«Lo global ya no es pensable sin lo local, ni lo local sin lo global», argumentan, por lo que resulta incongruente relegar las ciudades al papel de observadoras en los grandes debates globales.

«Los organismos transnacionales, si quieren ser efectivos, tienen que adaptarse a esta nueva realidad, abrir los espacios de gobernanza y establecer mecanismos de evaluación y seguimiento de la agenda urbana en la que participen las ciudades», recogen en el documento.

Además, insisten, los Estados tienen cada vez más dificultades para dar respuesta a las demandas ciudadanas y hacer frente a los desafíos más importantes de nuestro presente: el incremento de las desigualdades socioespaciales, la aceleración del cambio climático y los desplazamientos de población que huyen de zonas de guerra, miseria o desastres naturales.

En cambio, entienden que las ciudades contamos con el conocimiento, el valor de la proximidad y la fuerza de la inteligencia colectiva para afrontar estos problemas globales. De hecho, los gobiernos locales ya lo estamos haciendo, si bien con recursos escasos y competencias mal definidas.

Y es aquí donde piden una nueva agenda urbana que no soslaye el debate acerca de la financiación de los entes locales, para que los Estados aseguren los recursos suficientes para que las ciudades puedan desarrollar sus políticas de forma eficiente, destinando como mínimo un 25% a la financiación de los entes locales. A su vez, los fondos globales y europeos tendrían que permitirnos a las ciudades acceder a los mecanismos de financiación globales actualmente restringidos a los estados.

Si en la esfera internacional es cada vez más necesario contar con las ciudades, en el ámbito europeo se trata de un imperativo ineludible. Europa ha sido construida a través de sus ciudades, tal y como atestiguan las redes de intercambio de mercancías, conocimientos y personas que han moldeado la historia urbana de nuestro continente hasta el presente.

El proceso de integración europeo, mediante la progresiva traslación de la soberanía estatal al ámbito comunitario, abrió la posibilidad de profundizar esta cooperación transnacional entre las distintas ciudades y favoreció la creación de redes urbanas transnacionales, la cooperación entre los gobiernos locales y la creación de una identidad ciudadana basada en los valores de la democracia, la diversidad y el cosmopolitismo.

La creación de una nueva agenda urbana europea tiene que incorporar aquellas problemáticas comunes que compartimos las ciudades del continente: desde los grandes problemas globales ?como el incremento de las desigualdades, el cambio climático y la población desplazada en busca de refugio?, hasta el impacto del turismo, la gestión pública del agua, la transición energética y el fomento de una economía productiva, diversificada y responsable.

- Advertisement -

Comparte las Noticias en tus Redes Sociales

Síguenos

- Publicidad -

CONTENIDOS DE PORTADA

- Publicidad -

CONTENIDOS RELACIONADOS

Madrid se consolida como la segunda región más cara para comprar vivienda

El último informe de Gesvalt revela que la Comunidad de Madrid...

El precio de la vivienda sube un 9,8% interanual en el segundo trimestre

El mercado residencial español ha registrado un crecimiento del 9,8% interanual...

La deuda inmobiliaria europea gana atractivo pese a la volatilidad global

El mercado europeo de deuda inmobiliaria comercial ha iniciado 2025 con...

Récord histórico en la venta de un complejo hotelero en España

Selenta Group, propiedad de Brookfield Asset Management, ha cerrado la venta...

El hogar se convierte en un espacio clave de bienestar para los españoles

El último estudio de Aquaservice sobre hábitos de bienestar en el...

Certificación Residuo Cero refuerza la economía circular en el cemento español

La planta de Morata de Jalón ha conseguido la certificación Residuo...

El compromiso con la sostenibilidad impulsa la vivienda del futuro

La sostenibilidad ha dejado de ser un simple valor añadido en...