Cuando hace casi cuatro años echó a andar la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), entonces presidida por Belén Romana, ni por asomo pensaban sus responsables que su labor no fuera otra que la de vender los activos para amortizar los más de 50.000 millones de euros de deuda, avalados por el Estado, con la que esta sociedad nació.
Con el paso del tiempo aquel objetivo se sigue manteniendo a pies juntillas, pero se ha abierto un resquicio para que, aquellos activos que resultan invendibles, puedan, al menos de manera temporal, derivarse a otros fines que no sea la transmisión propiamente dicha.
Así, en materia de vivienda social, el banco malo presidido por Jaime Echegoyen ha ofrecido un total de 4.000 viviendas a las comunidades autónomas y grandes ayuntamientos para que puedan destinarlas a sus propios programas sociales.
De momento, los acuerdos de cesión de inmuebles con cuatro ayuntamientos y nueve comunidades autónomas han movilizado más de 2.270 pisos y ya son unas 7.900 las personas que se beneficiarán de los planes de cesión de vivienda en régimen de alquiler asequible suscritos por Sareb.
Y ahora, en un paso más en este compromiso social de la entidad, además de las viviendas se ha abierto paso otra actividad, como es la cesión de suelo para que los ayuntamientos acometan otros usos.
Así, el reciente acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento de La Xara, entidad local menor adscrita al municipio alicantino de Denia, que permitirá mediante una permuta de suelos que se pueda edificar un colegio sobre una parcela de Sareb de unos 5.300 metros cuadrados.
Otros ejemplo de estas actuaciones es el caso del antiguo hotel rural de Cal Ros, situado en Aiguamurcia (Tarragona), y que Sareb vendió a la empresa Aiguatrama, dedicada a la atención terapéutica y educativa a adolescentes, jóvenes y sus familias. Ahora el inmueble pasará a ser gestionado por Amalgama7, una institución privada, concertada con la administración pública, que se dedica a la atención terapéutica y educativa de estas personas.
En la misma línea, los activos de Sareb también se han destinado a la construcción de edificios para la prestación de servicios básicos como la sanidad. En julio, Sareb vendió al Ayuntamiento de Ontinyent un suelo de casi 25.000 metros cuadrados en el que se construirá un hospital.