Después de haber desembolsado más de 110 millones de euros hace más de un año, los 355 socios cooperativistas que promueven el terreno que compraron al Ministerio de Defensa, junto al paseo de la Castellana, estaban el pasado viernes que no les llegaba la camisa al cuello.
El Ayuntamiento de Madrid había convocado un pleno extraordinario solo para decidir si se aprobaba o no el plan parcial que habían presentado para poder, primero, demoler los antiguos cuarteles que siguen en pie en la calle de Raimundo Fernández y, después, la construcción de las viviendas. Y no las tenían todas consigo.
Contaban con los votos a favor de los concejales del PP y de Ciudadanos y en contra del PSOE, pero necesitaban que al menos dos ediles de Ahora Madrid, el grupo que respalda a la alcaldesa Manuela Carmena, también apoyaran el plan parcial.
Al final, no fueron dos sino catorce los que lo hicieron. Pero igual que dijeron que sí, podían haber dicho que no, como decidieron seis concejales de este grupo, y el plan no hubiera salido adelante.
Porque, como comentaba la propia portavoz municipal, Rita Maestre, votaron a favor, no porque les gustara la operación, considerada un pelotazo heredado de la anterior corporación, sino solamente para no dejar en la estacada a unos cooperativistas que han desembolsado ingentes cantidades de dinero para promover sus viviendas, que les van a salir por un ojo de la cara, entre 250.000 y 500.000 euros.
En el fondo, lo que se pone encima de la mesa son las dos visiones que, desde el principio de la legislatura, se aprecia en Ahora Madrid. O mantener los postulados radicales a capa y espada recogidos en el programa electoral o atemperarlos un tanto. Y en esas están.
José Manuel Calvo, el responsable de Urbanismo, que venía de posiciones radicales es, quizás, el que más gaitas esté templando, dando una de cal y otra de arena. Una estrategia que está siguiendo con el espinoso asunto de la Operación Chamartín, y que, en esta ocasión, le obligó a erigirse en portavoz municipal de respaldo al proyecto de los cooperativistas, para no menoscabar los derechos adquiridos y las expectativas de la cooperativa, que ha hecho, dijo, una importante inversión en ese suelo. Ni más ni menos que 111 millones de euros.
