A pesar de que muchos pequeños municipios ya se han quedado sin ninguna oficina bancaria que les preste servicio y en las ciudades son muchos locales que se han quedado vacíos tras el cierre de sucursales, el ajuste de las entidades en este sentido está todavía lejos de haberse terminado.
A pesar de las casi 13.000 oficinas cerradas desde 2008, el Banco de España vuelve a recomendar, o algo más, que entre 2015 y 2016 otras 3.000 sucursales deben dejar de prestar el servicio.
Desde 2008 hasta el tercer trimestre del año que acaba de finalizar se han cerrado 12.702 oficinas, lo que supone el 31,3% de la red existente hace seis años. Se ha pasado así de las 40.565 sucursales solo de bancos y cajas de ahorros existentes en 2008 –año en el que comenzó la crisis– a los 27.863 locales registrados en septiembre del pasado ejercicio, el mismo nivel existente a mediados de 1987.
Tras esta recomendación se halla la presión de los mercados para que la banca obtenga mayores rentabilidades y las peticiones de los supervisores europeos (EBA y BCE) para que el sector refuerce más su capital han vuelto a reactivar estos procesos de cierres ya desde el segundo trimestre de 2014.
Y la única vía que tienen las entidades de mejorar su rentabilidad con una economía aún débil es la reducción de costes, recomendación realizada también en los últimos meses por el Banco de España, y la fórmula más efectiva para ello son los cierres y los recortes de plantilla.
El pasado año fue el ejercicio con un mayor ajuste, 4.153 sucursales menos, el 32,7% de los cierres. Y durante los nueve primeros meses del año se han cerrado 1.156 locales, un 4%, cifra superior ya a lo registrado en todo 2010 y puede que a diciembre se acerque a lo alcanzado en 2012, cuando desaparecieron 1.865 oficinas de bancos y cajas, según datos aportados por las patronales CECA y AEB.
Uno de los principales causantes de la clausura de oficinas es la reducción del número de entidades financieras, principalmente consecuencia de fusiones.
A principios de 2014 operaban en nuestro país un total de 292 bancos y cajas, un 17,8% menos que en 2008. No parece que este proceso de concentración vaya a estancarse a corto plazo, ya que se siguen cerrando operaciones, como la reciente absorción por parte de CaixaBank de la red comercial española de Barclays, que supondrá el cierre de otras 196 oficinas.
Otra de las consecuencias directas del cierre de oficinas de bancos ha sido la importante disminución de la red de cajeros automáticos en España, que se ha visto reducida en un 23,8%. En cifras, la red de terminales ha pasado de las 61.430 unidades existentes en 2008 a 46.841 cajeros a comienzos del presente año.