Sacyr, el grupo multinacional de construcción presidido por Manuel Manrique, acaba de superar el año manteniendo en venta los activos de Vallehermoso, su filial inmobiliaria. En las cuentas del tercer trimestre de 2013, la empresa presidida por Manuel Manrique aludía a la decisión tomada de poner esta división en venta porque, decía, “se están llevando a cabo negociaciones con las entidades financieras y otros actores interesados”.
Un año después, Vallehermoso sigue sin venderse, pero tanto sus activos como sus pasivos, como consecuencia principalmente de operaciones de dación en pago, se han reducido de manera considerable.
Entonces, los activos de la inmobiliaria mantenidos para su venta se contabilizaban por 1.451 millones de euros, con un pasivo asociado de 1.430 millones. Ahora, esos activos se valoran en apenas 400 millones y su pasivo vinculado de poco más de 450 millones. O sea, un tercio de lo que valían hace un año.
En 2013 los acuerdos de cesión y venta de activos inmobiliarios con extinción de deuda asociada se saldaron por un importe global próximo a los 400 millones de euros. Y ahora acaba de hacer lo propio con la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).
Ha formalizado la venta al banco malo de un bloque de activos inmobiliarios de Vallehermnoso (suelos y obra en curso), con extinción de la deuda asociada, por un importe global neto de 409 millones de euros. Tras esta operación, durante el presente ejercicio Vallehermoso ha visto reducida su deuda con las entidades financieras en casi 550 millones de euros.
La operación servirá para reducir en las cuentas finales del Grupo Sacyr en 2014 el apunte de activos mantenidos en venta. Artificio contable por el que muchas empresas desconsolidan del balance las deudas vinculadas a activos de actividades interrumpidas (como Vallehermoso, en este caso), de manera que puedan mantener un ratio de solvencia adecuado a la hora de acudir a los mercados de capitales en busca de financiación.
Hasta el pasado 30 de septiembre Sacyr acumulaba 807 millones de euros en activos no corrientes mantenidos para la venta, reducidos ahora a la mitad tras la operación con Sareb. Estas operaciones provocaron que, al cierre del tercer trimestre, el resultado de esas actividades interrumpidas (que recoge básicamente las de Vallehermoso) arrojara unas pérdidas de poco más de 5 millones de euros.