Con el consumo de capa caída y los centros comerciales cada vez más vacíos, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha echado por tierra, de momento, las expectativas de crecimiento de El Corte Inglés en la capital.
Lo hace dejando sin contenido la operación urbanística aprobada en octubre pasado, cuando el Ayuntamiento de Madrid permitió al grupo distribuidor ampliar 25.300 metros cuadrados la superficie de tres centros, a cambio de abonar casi 10 millones de euros por el hipotético aprovechamiento lucrativo de la operación, y ceder al Consistorio dos parcelas, de 7.762 metros cuadrados, destinadas a equipamientos y zonas verdes.
Los centros afectados son tres: el edificio ubicado en el número 47 de la calle Serrano, que ganará 6.500 metros cuadrados, y cuya obra ha precisado del visto bueno de Patrimonio Histórico al encontrarse en el conjunto histórico del centro, declarado bien de interés cultural a nivel regional, y requerir de un cambio exterior del edificio. El edificio ubicado en el número 8 de la calle de la Retama, en la zona de Méndez Álvaro, que ganará 7.500 metros cuadrados mediante una reorganización interna, sin cambios exteriores. Y el edificio del número 50 de la avenida de Los Andes, junto al Campo de las Naciones, que ganará 11.300 metros cuadrados también mediante una reorganización interna sin impacto en su volumen exterior.
Los magistrados entienden que no se ha justificado de forma apropiada la necesidad de los ciudadanos de contar con una mayor superficie comercial en las zonas donde están ubicados esos centros, y tampoco que el plan urbanístico justifique que esos dos solares vayan a mitigar el déficit de parques y dotaciones en esos distritos. Además, la sentencia estima que el Ayuntamiento debería haber incluido en el plan urbanístico la reserva de 380 plazas de aparcamiento.
A juicio del tribunal no existe un estudio técnico que determine el alcance de las necesidades comerciales que acucian a los ámbitos en los que se ubican los tres centros existentes.
Si bien el Ayuntamiento intenta justificar la modificación “en razones de la demanda cambiante de la ciudad en relación con el desarrollo de actividades económicas más acordes con las demandas actuales”, el tribunal cree que no se justifica expresamente en el plan que los ciudadanos precisen de mayor superficie comercial en las zonas urbanas donde están los centros que El Corte Inglés desea ampliar, ni se explica cómo pueden las dos parcelas cedidas por el grupo empresarial solucionar la falta de parques o equipamientos en esos distritos.