Madrid. Había sobrevivido a mil y una batallas empresariales durante los casi cincuenta años que lleva metido en el negocio inmobiliario, pero el ya septuagenario Joaquín Rivero tampoco ha podido aguantar los arreones de esta crisis.
Bami Newco, una de sus últimas criaturas, no ha podido hacer frente a sus deudas financieras y los bancos le han dicho que hasta aquí hemos llegado. Se une así, con un pasivo de 620 millones, a la larga lista de promotoras que acaban con los libros en los juzgados.
Seis años después de aparecer en la ‘lista Forbes’, como uno de los mil millonarios del planeta, con una fortuna de unos 1.700 millones de euros, el empresario jerezano no ha sido capaz de convencer a las entidades financieras de que le alargaran el pago de las deudas. Los extranjeros del Hypotheken y del Natixis, además del Popular, han entendido que la trayectoria de Rivero no es suficiente aval para confiar en la devolución de este dineral.
Llegaba Rivero a codearse entre los más ricos del planeta tras salir de Metrovacesa tras un sinfín de OPAS y disputas por el control de la que fuera gran inmobiliaria española. Y lo hizo justo cuando la burbuja estaba a punto de estallar.
Con altibajos, pero siempre saliendo airoso en el envite, en las cuatro décadas transcurridas desde que ayudara a su padre en la empresa familiar de construcción y hasta llevar a Metrovacesa al liderazgo de las inmobiliarias europeas.
En 1997 se hizo con el control de Bami, que pasó de acumular pérdidas a lanzar una OPA hostil por 290 millones de euros sobre Zabálburu, cuatro veces mayor que su modesta compradora. En tan sólo cuatro años, su nuevo reto se convirtió en la cuarta inmobiliaria del sector. Desembarca en 2002 en Metrovacesa tras comprar el paquete accionarial del BBVA y pasa a ser presidente de la compañía.
Tras dejar Metrovacesa toma el control de Gecina, la mayor inmobiliaria patrimonialista francesa, y refunda la vieja Bami. En febrero de 2010 abandona la presidencia de Gecina y regresa a ese mercado español a través de Bami Newco, la ahora empresa concursada. También es accionista mayoritario de la inmobiliaria Básico Homes, creada para dar salida al stock de viviendas de obra nueva que están en poder de los bancos.
Bami Newco está controlada por la inmobiliaria francesa Gecina, con una participación del 49%, y por el grupo de Rivero, con otro 35%. Otros accionistas se reparten el 16% restante. Y, a su vez, Rivero es accionista de referencia de Gecina con un 16% de su capital a través de Alteco, también en concurso de acreedores.
En la actualidad, Bami Newco cuenta con una cartera de edificios de oficinas en explotación ubicados en el Norte de Madrid que suman 127.500 metros cuadrados y tiene pendiente la construcción de dos edificios del complejo empresarial de oficinas "Adequa", con otros 27.000 metros cuadrados adicionales.