Madrid. Como viene sucediendo en los últimos años, las inversiones inmobiliarias continuaron ope¬rando en un entorno complejo. A finales de 2011, el número total de fondos de inversión inmobiliaria (FII) ascendía a seis, uno menos que a finales de 2010. En septiembre, uno de los fondos se transformó en sociedad de inversión inmobiliaria (SII), para posteriormente convertirse en sociedad anónima. De los seis fondos exis¬tentes a finales de año, tan solo cinco se consideran activos, ya que para uno de ellos existe un acuerdo de disolución y apertura del proceso de liquidación.
En cuatro de los cinco fondos activos, una parte significativa de su patrimonio permanecía en manos de inversores pertenecientes al grupo financiero de la gestora del fondo, con porcentajes que oscilaban entre el 47% y el 98%. Todos los fondos operativos tuvieron varias ventanas de liquidez durante el año en las que, a excepción de un único fondo, los reembolsos tuvieron que ser atendidos con las aportaciones de los grupos propietarios. Esto hizo que aumentara aún más el porcentaje del patri¬monio de los inversores pertenecientes al grupo financiero de la gestora correspon¬diente.
El patrimonio de los FII se redujo un 26,5% en 2011, hasta los 4.495 millones de euros (6.116 millones a finales de 2010). Este descenso tuvo su origen casi exclusivamente en la desaparición del FII co¬mentada anteriormente. El número de partícipes, que descendió más de un 60%, se situó en niveles ligeramente inferiores a los 30.000. La rentabilidad de los FII, por su parte, continuó siendo negativa, como venía sucediendo desde 2009, aun¬que los retrocesos experimentados durante 2011 no fueron tan intensos como en años anteriores.
La evolución de las SII no experimentó grandes cambios a lo largo de 2011. Tanto el número de sociedades como el de accionistas permanecieron constantes entre fina¬les de 2010 y finales de 2011. El patrimonio de las SII se redujo un 2,8% durante 2011, hasta situarse en 313 millones de euros.