Washington. Colin Dyer, consejero delegado de Jones Lang LaSalle, participó junto con otros 30 directivos en una mesa redonda en la Casa Blanca con los presidentes Barack Obama y Bill Clinton. El tema era Better Buildings Challenge, una iniciativa del Departamento de Energía de los Estados Unidos y la Clinton Global Initiative que insta a empresas, académicos y dirigentes locales y estatales a comprometerse con la consecución de una mayor eficiencia energética en los edificios oficiales.
Antes de la reunión, el presidente Obama le comentó a Dyer: “Un buen amigo mío, Marty Nesbitt, pasa mucho tiempo con usted y me ha contado cosas estupendas sobre su empresa” [El Sr. Nesbitt es miembro del consejo de administración de Jones Lang LaSalle]. El presidente Clinton dijo: “Me gustaría informarme sobre su proyecto en el Empire State Building. Están haciendo un trabajo espectacular en el terreno de la energía”.
Tras el encuentro, Dyer dijo: “Aunque haya sido yo quien representara a la empresa en la Casa Blanca, ha sido el extraordinario trabajo realizado por profesionales como Lauralee Martin, Ray Quartararo, Dan Probst, Dana Schneider y el resto de nuestro equipo de servicios energéticos y de sostenibilidad el que nos ha granjeado el reconocimiento de dos presidentes estadounidenses”.
Durante la reunión, el presidente Obama anunció que, en los próximos dos años, se invertirán cerca de 4.000 millones de dólares —de capital privado y público— en la modernización energética de edificios. “Hacer nuestros edificios más eficientes energéticamente es la forma más rápida, sencilla y barata de crear puestos de trabajo, ahorrar dinero y reducir las emisiones nocivas”. Obama añadió: “Es una apuesta segura, pero requiere que se dediquen personas y recursos. Podría ahorrarle a nuestras empresas hasta 40.000 millones de dólares al año en la factura energética, lo que les permitiría aprovechar ese dinero para crecer y contratar a nuevos trabajadores”.
El presidente Clinton añadió: “El ahorro de energía es lo más parecido que tiene el país a un regalo caído del cielo”.
El compromiso de Jones Lang LaSalle con Better Buildings Challenge incluye el desarrollo de planes de actuación que, en 2020, mejorarán la eficiencia energética para reducir el gasto de energía un 20 por ciento en los más de 9 millones de metros cuadrados de edificios que la compañía gestiona para sus clientes en los EE.UU. Estos esfuerzos pondrán de relieve las estrategias innovadoras que se han desarrollado para identificar dónde se puede ahorrar energía y a qué costes, de forma que se convierta en una sólida proposición empresarial para un programa continuo de inversiones.
En este sentido, Dyer dijo: “En los últimos tres años, nuestro departamento de servicios energéticos y de sostenibilidad ahorró a nuestros clientes corporativos y propietarios de inmuebles más de 300 millones de dólares en costes energéticos en todo el mundo. Con esto hemos comprobado que la eficiencia energética de los edificios es rentable, además de ser buena para el medio ambiente. Y, como resultado de ello, estamos muy bien equipados para conseguir e incluso superar nuestro objetivo de reducir un 20 por ciento el consumo energético mientras seguimos reforzando nuestra destacada posición en este terreno”.