Madrid. Las entidades financieras extranjeras que operan en España no son ajenas a los riesgos derivados de una mayor o menor exposición inmobiliaria. En este sentido, la filial del Deutsche Bank comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) los datos correspondientes a la referida exposición hasta el pasado 30 de septiembre. Sumados los 174,77 millones de euros en créditos destinados a la promoción inmobiliaria, los 54,5 millones en activos adjudicados, y los 8.500 millones otorgados a las familias para la compra de su vivienda, se llega, en números redondos, a un monto de exposición al ladrillo de 8.730 millones de euros.
De los 174,77 millones de euros de créditos otorgados para financiar actividades de construcción y promoción inmobiliaria, todos con garantía hipotecaria, 109,4 millones se corresponden con edificios ya terminados, casi 14 millones son edificios en construcción y algo menos de 52 millones fueron concedidos para la compra de suelo. El 74% de estos créditos resultan problemáticos, al calificar como dudosos el 25% y como subestándar el 49%.
Es decir, más de 131 millones que o llevan más de tres meses de impagos o los pagos se realizan de forma irregular pasada la fecha de vencimiento. La cobertura específica para estos créditos problemáticos es del 24%, mientras que la que afecta específicamente a los morosos es del 47% por ciento.
La información detalla también que los créditos concedidos a los hogares españoles para la compra de vivienda, de 8.504 millones de euros, acumulan una baja morosidad de tan solo el 3,4%, y que los activos adjudicados ascienden a suman 53,6 millones de euros, casi 46 millones en viviendas procedentes de embargos.