sábado, 13 septiembre 2025
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La erosión en la costa gallega debe tenerse en cuenta en la planificación urbanística

Santiago de Compostela. Pese a la imagen de estabilidad que semeja mostrar nuestro litoral, el análisis al por menor de los diferentes movimientos en masa muestran lo contrario. Así, los últimos estudios realizados constatan el gran dinamismo de las costas de Galicia, de manera especial de las rocosas. Todos estos factores hay que tenerlos en cuenta en la planificación urbanística de nuestro territorio, para evitar situaciones problemáticas en el futuro. Esta es una de las recomendaciones contenidas en el “Estudio de la erosión costera en la costa de Galicia” que, financiado por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, a través de la Dirección General de Paisaxe e Sostenibilidade, presentará sus resultados preliminares en noviembre en Belfast, en el congreso Internacional Coastal Management 2011.

Con el objetivo de estudiar la evolución de la línea de costa entre 1956 y 2008 a lo largo de cerca de 2.100 kilómetros de costa del litoral, en el proyecto coordinado por el geógrafo Augusto Pérez Alberti se emplearon ortofotos de cuatro años distintos: 1956, 2003, 2006 y 2008 para poder hacer un análisis temporal de la costa. Junto a Alberti, el trabajo fue coordinado por Helder Iglésias Chaminé, del Laboratório de Cartografia y Geologia Aplicada del Instituto Superior de Engenharia de Oporto(Labcarga|ISEP), Politécnico de Oporto (Portugal). Un proyecto en el que también participaron otros tres investigadores del Labcarga|ISEP, las ingenieras Ana Pires y Catarina Rodrigues y la geógrafa Liliana Freitas.

La metodología diseñado por los investigadores del proyecto fue testada en el área de Fisterra con el objetivo de poder distinguir claramente el comportamiento de dos tipos de costa: la rocosa y la costa areosa.

Los datos obtenidos en las áreas piloto muestran la existencia de erosión, con zonas donde el retroceso está entre 13 mm y 39 mm al año en el período analizado. Haciendo el promedio de los 50 años se observa que se trataría de retrocesos medios que oscilan entre los 60 cm. a casi los dos metros en costas rocosas y entre dos metros y casi 100 en las playas. En el caso de las playas hay que tener en cuenta que la acción humana es muy importante y muchas se regeneraron, lo que evitó su desaparición en muchos casos. El estudio indica que en un posible escenario de subida del nivel del mar unos dos metros por encima del nivel actual, los procesos de erosión van a aumentar.

Por otra parte, las modificaciones derivadas de los cambios a nivel climático, pueden derivar en un aumento de los temporales y, consecuentemente, de la erosión. En este sentido, cabe recordar que en el año 2010 hubo olas de hasta 11 metros, lo que provocó el aumento de la erosión y el movimiento de bloques que estaban estabilizados hasta el momento. Esta es otra de las aportaciones del estudio, que ponen de manifiesto la alta energía (fuerza) de la costa gallega, capaz de moverlo casi que todo.

La erosión que progresivamente está sufriendo la costa gallega tiene sus consecuencias más visibles, además de en las playas y dunas, en la destrucción de obras públicas como paseos marítimos; el aumento de los movimientos en masa de las costas rocosas: desprendimientos y desplazamientos especialmente; así como la exhumación de formas antiguas existentes en la costa gallega, modeladas en el último interglaciar (hace 120.000 años).

En consecuencia, hay que destacar que el estudio de los procesos de erosión es de gran utilidad para conocer la vulnerabilidad de la costa y, por tanto, actuar de forma sensata a la hora de formular actuaciones.

En el Plan de Ordenación del Litoral ya se dá cuenta de algunas de estas consideraciones al incluir en su cartografía la denominada Área de Dinámica Litoral, que delimita la franja de costa sometida a procesos naturales de erosión marina. Su extensión varía en función de la configuración del relieve, el tipo de roca o su grado de estabilidad o inestabilidad.

Durante los trabajos de elaboración del Plan de Ordenación del Litoral se analizaron los riesgos costeros derivados del posible ascenso del nivel del mar en el próximo siglo. El probable incremento de la erosión y del retroceso de los acantilados o de los efectos de los temporales inundando zonas bajas del litoral llevó a establecer una franja de riesgo que condicionará los usos y la ocupación de esos lugares sensibles.

Como instrumento clave se generó el Área de Dinámica Litoral, que delimita esa zona de riesgo a medio y largo plazo y que constituye un elemento muy necesario para preservar la integridad física de los ciudadanos y de sus bienes. Su objetivo no es otro que el de alertar sobre el riesgo del ascenso del nivel del mar debido al cambio climático y a la intensificación de las inundaciones costeras por temporales, de la movilidad y retroceso de los acantilados y de las inundaciones fluvio-marinas en los tramos finales de los ríos, siempre atendiendo a las característica de cada tramo de la costa.

 

 

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