Madrid. El mercado de residencias para la tercera edad se situó en 2.470 millones de euros en 2010, lo que supuso un crecimiento del 0,8% respecto al ejercicio anterior. Aunque con un menor dinamismo en comparación con años anteriores, la gestión de centros públicos y de plazas concertadas con la Administración sostuvo el negocio de muchos operadores, mientras que las residencias privadas puras acusaron en mayor medida la disminución del grado de ocupación. Estas son algunas conclusiones del estudio Sectores publicado recientemente por DBK, participada por Informa D&B.
Evolución del mercado
Según DBK, la facturación agregada de las empresas gestoras de residencias privadas para la tercera edad mantuvo en 2010 la tendencia de ralentización del crecimiento iniciada en el año anterior, al situarse en 2.470 millones de euros, lo que supuso un aumento del 0,8% respecto al año 2009, en el que la variación había sido del 2,5%.
En la línea de años anteriores, el negocio derivado de la gestión de plazas concertadas fue el que mostró un mejor comportamiento, si bien la explotación de plazas privadas puras continúa concentrando la mayor cuota de participación en el mercado, un 64,6% en 2010. Por su parte, los ingresos derivados de la gestión de plazas concertadas en resi-dencias privadas y de plazas públicas de gestión privada reunieron el 22,5% y 12,9% del total, respectivamente.
El aumento del 1,5% registrado en 2010 en el número de plazas en residencias privadas fue consecuencia del crecimiento de las plazas concertadas con la Administración, cuyo número se incrementó en un 8,5%, contrastando con el descenso del 1,7% contabilizado en la dotación de plazas privadas puras.
Las previsiones de evolución del valor del mercado a corto y medio plazo apuntan a un mantenimiento de la tendencia de moderado crecimiento, con tasas de variación que po-drían situarse en torno al 1% en 2011 y al 2% en 2012.
A corto plazo el sector se enfrenta a la paralización de nuevas inversiones, especialmente en el ámbito de la iniciativa privada. En este sentido, las fórmulas de colaboración pública-privada predominan en los proyectos actualmente en desarrollo.