EEUU. La explosión de la ‘burbuja’ inmobiliaria y de la crisis financiera en España y en otros países ha sido analizada por una comisión del Gobierno de Estados Unidos (FCIC, en sus siglas en inglés), cuyo informe final viene a señalar que “lo más sorprendente de todo fue que la subida de precios de vivienda experimentada en EEUU, muy similar a la de algunos países europeos”, según el economista de Columbia Business School, Christopher Mayer, aunque incide en que la subida del coste de las casas en España entre 1997 y 2007 fue mucho mayor al incremento sufrido en EEUU.
A pesar de dar a entender que las ‘burbujas’ acaecidas al otro lado del Atlántico fueron “más pronunciadas” que las de EEUU, el informe recoge que la securitización de hipotecas no se asemejaba a la llevada a cabo por los bancos y entidades de crédito norteamericanas. Eso sí, apunta el documento, que “grandes entidades financieras de España, Islandia, Alemania o Reino Unido”, pese a que operaban en un sistema regulatorio distinto, su exposición a los activos tóxicos de EEUU era mínima o inexistente.
Esta analogía permite a la comisión quitar culpa a la influencia que ejerce el sector financiero de EEUU en la capital política del país, Washington. Así, el documento afirma que “si esta influencia pudo ser la causa de la crisis, ¿por qué paises como España, Irlanda o Alemania sufrieron fallos similares en sus entidades financieras a las ocurridas en EEUU?”, se pregunta la comisión.
En este sentido, los expertos intentan quitar culpa a los enrevesados productos de inversión de la banca y entidades hipotecarias de EEUU al afirmar que España, Australia o Reino Unido carecían de “estos tipos de securitizaciones hipotecarias y sus sistemas de crédito eran completamente distintos” y, aún así, han sufrido derrumbes similares al ocurrido en el sistema hipotecario norteamericano.
La FCIC resalta que pese al sistema regulatorio bancario europeo “bancos en España, Bélgica, Reino Unido, Francia, Irlanda y otros países han quebrado o tuvieron que ser rescatados”. El informe señala que en el caso español, inglés o irlandés, las hipotecas no procedían de bancos en la sombra o ‘shadow banks’, es decir, sin una normativa explícita y supervisada a nivel federal, sino de entidades bancarias reguladas por los gobiernos de dichos países.
En lo referente a los embargos y desahucios inmobiliarios, sólo “Irlanda, España y Reino Unido han visto un incremento significativo en el impago de hipotecas” que pueda compararse en cierta forma al ocurrido en EEUU.